En ese momento fue solo para ellos, siendo tan inesperados, pero aquellos eran los mejores donde todo solo se dejaba llevar, ambos se separaron buscando aire, Artemisa apoyo su frente encima de la de él, quedándose recuperando el aliento.

—Yo también prometo hacerte feliz, no prometo defraudarte a veces podemos cometer errores…pero tal como dijiste espero que me escuches hasta el final—expreso con efusividad, y apoyo su cabeza en su hombro.

Habían movido la sabana debajo de una grande sombra que les proporcionaba el árbol; el sol empezaba a estar en su punto más fuerte.

—Mientras no nos arrepintamos de nuestras decisiones podemos seguir adelante, es a lo que al final podemos aferrarnos—musito el suspirando—, mientras viva estoy seguro que mi corazón será tuyo.

—Pensándolo eres todo un poeta—bromeo ella para luego bostezar, sin duda ese lugar transmit&