Adrian iba en el yate escuchando música para intentar deshacerse del temor y la tensión que sintió en las últimas horas no es ya hubiese pasado el problema pues de hecho haber secuestrado a su esposa era un riesgo a perderla aún más, quizá no se tomaría nada bien un nuevo engaño o treta, porque de hecho era lo que en primer lugar lo metió en problemas pero perderla no era una opción.Así que más daba intentaría que aquella escapada fuera la de su vida, así que colocó música y cual más oportuna que la de género romántico, podía imaginar a Lorena abrazada a él disfrutando del hermoso mar y la brisa en sus rostros, regalarse secretos susurrados y quizá hacer el amor en la cubierta del yate, sus fantasías daban para mucho.Al menos por ahora podía cantar victoria, su esposa dormía pero estaba allí y con ella la esperanza de poder arreglar las cosas, quizá iba a estar disgustada pero eso ahora mismo no le preocupaba, así que se dedicó a cantar a todo pulmón la música que sonaba en aquel mo
Tiempo presente…. Aquel camino señalado a través de adornos y flores me llevan a un pequeño salón escasamente iluminado, se ve la figura de un hombre alto, de espaldas a mi con un traje negro, que aparentemente bebe una copa de forma despreocupada, cuando se gira lentamente se trata de la persona que menos imagine en una situación así, pues lo había relacionado con trata de personas y hasta un secuestro para quitarme alguno de mis órganos, si se que puede ser algo melodramático pero con tanta noticia trágica es lógico estar predispuesto , es insólito pensar que te secuestre tu propio esposo. —¿Adrian eres tú?, ¿Qué haces aquí?, ¿Por qué hiciste todo esto?—, la pregunta era tonta porque ya lo había reconocido, era más bien algo retórico, porque no terminaba de entender lo que ocurría. —Si soy yo y antes de que hablemos quisiera que por favor me acompañes a la mesa que esta ya colocada la cena. —No, la verdad creo que te excediste no se donde nos encontramos pero me quiero ir al ho
Cuando la luz del sol entra por la ventana me siento agotada, no he pasado buena noche porque con todas las horas que había dormido antes y los pensamientos de lo sucedido en los días anteriores me sentía en una encrucijada que no me permitió descansar, ¿como podía confiar en mis sentimientos y en los de él, si todo era una mentira?, quería irme, aquella casa era hermosa pero la sentía una prisión.De paso era evidente que el personal no la querían allí y en especial la mujer que no paraba de mirarme como si fuera la peor lo cual me demuestra que tuvieron una historia, eso me hizo pensar que si deseaba escapar de aquel lugar y ella era la clave pues tenía la llave de la puerta asi que debia encontrar la maner de quitársela para intentar llegar lo más lejos que pudiera.Por su parte Elena había presentado desde una de las ventanas todo lo ocurrido, aquella mujer le parecía insufrible además de ordinaria, ¿Qué pretendía al escapar y llenarse de barro?, ¿Cómo no sentirse afortunada de q
Adrian había ido a dar una vuelta para pensar, en aquella isla propiedad de su familia desde hace tantos años existía un lugar especial para el, uno en el que sentía relajado, en paz con la naturaleza y quizá en aquel que cuando era mucho más joven se permitía soñar, sin embargo, una vez llegó a la casa supo que algo había pasado encontró la puerta principal de entrada abierta y las llaves se encontraban todavía en la cerradura, se detuvo con rapidez y bajo de inmediato del vehículo, pero cuando iba en dirección a la entrada de la casa se encontró a Homero saliendo.—Jefe ha escapado, Elena no sabe en qué momento su esposa tomó las llaves y logró escapar, recién me acaba de avisar e iba a salir a buscarla.—Entonces súbete si acaba de irse no debe estar lejos—, la verdad es que hacía horas que había salido de la casa pero Elena se había tardado en informarlo con la intención de no pudieran encontrarla o estuviera en peligro.—Vamos, pero déjeme observar un momento si se puede distingu
Luego de dar instrucciones Adrian de manera eficiente llena la bañera y luego como si se tratara de un bebe a su cuidado me desnuda y me lleva en brazos para ingresarme en el agua, como si de tratara de una caricia lava mi cabello y luego el resto de mi cuerpo. —Perdoname, por la pena y preocupación que te he causado, lo siento, nunca más haré algo así. —Yo fui el culpable, nunca volveré a crear una jaula a tu alrededor, eres como una hermosa ave y no es correcto que te encierre, por eso a partir de ahora podrás ir donde quieras eso sí después de que estés recuperada—, note en su voz resignación y eso encendió mis alertas quizá era mi imaginación pero parecía no querer luchar más y no lograba discernir como me afectaba a mi. Cuando terminó su labor me cubrió con un albornoz y me llevó en brazos a la cama, la cual ya había sido cambiada y es que en realidad me sentía tan débil que no tenía fuerzas en las piernas, pronto subieron algo de comer y me alimento con devoción, —Ahora debes
Se me fue de las manos y ya no se como regresar al punto en que tenía más claros mis sueños y como llegar a ellos, quizá como lo dijo el señor Nikolaos lo que empieza mal termina mal, mi inseguridad, temores y malas vivencias me tienen en una encrucijada donde parece que cualquier decisión es errada, por ello dejaré que esta vez las cosas fluyan, necesito alejarme, poner todo en perspectiva y también hacer un libro pues con todo lo ocurrido he avanzado poco y en unos meses debo entregarlo.Supongo que esto puedo tomarlo como nuestra luna de miel, cómo un hasta luego, no quiero que nos despidamos con tristeza, ni que desaparezcamos como ocurrió en nuestra juventud aquel verano, él me observa buscando respuestas.De repende es el quien rompe el silencio, —¿has pensado que hacer?.—No, solo volver a España a mi apartamento, tomarme unos días para pensar, hablar con mi editor y reorganizarme para poder retomar la novela, tengo unos 6 meses para entregarla pero no es tan fácil a veces pone
Elena se tomó un momento para recomponerse de lo experimentado con Homero, había sido completamente erótico algo que la descoloco pero que la hizo dejarse llevar, era el hombre que se suponía despreciaba y hasta rabia le tiene, se recordaba a cada momento la sensación de sus dedos entre su humedad y despues como la saboreo y volvia a sentirse turbada, así que se regaño a si misma y se prometió que no volvería a pasar.Fui a la cocina sin afán mientras Adrian hacía unas llamadas telefónicas a buscar algunas cosas para nuestra pequeña aventura a la playa, por petición expresa de mi cuidador iríamos al bajar un poco el sol pues todavía me estaba recuperando de la deshidratación, cuando entre en dicha habitación a pesar que note la tensión no me paso desapercibidas las miradas furtivas que compartíanElena y Homero sin duda había ocurrido un avance entre ellos lo cual me alegro, "ole, por ambos".Tomé lo que necesitaba lo más rápido que pude y lo acomode en la camioneta, estaba ansiosa de
Los días transcurren con rapidez pasamos tres dias haciendo el amor de diferentes maneras y lugares, Adrian me dio a conocer su lado más perverso y erótico, desde usar hielo y chocolate hasta juguetes sexuales, exploramos límites que ni siquiera sabía que tenía, era juguetón e intenso, comimos, hablamos caminamos y por increible que parezca nos conocimos mas de lo que lo habíamos hecho en meses anteriores.Elena finalmente cegada por deseo busca a Homero por las noches se cuela en su cama y sin más lo provoca para tener sexo, la primera noche le sorprende pero él se deja llevar por el amor que siente y aunque se siente usado acepta el acuerdo tácito de ser amigos con derecho por mucho que le cueste admitirlo prefiere tenerla así que no tenerla.Adrian y yo, hacemos todo juntos, cocinamos, nos confiamos todo lo que habíamos hecho en los quince años que no nos habíamos visto y hoy que es nuestra despedida decidimos pasarla en el yate, allí tendremos más privacidad y la oportunidad de un