Helena la hija mayor de Adrian y Lorena apenas por segundos de diferencia respecto a su hermana, siempre tuvo claro que le gustaba ganar y tener la razón, por ello cuando llegó el momento de seleccionar la carrera supo exactamente cuál quería estudiar.Sin embargo, poco después de los 17, un evento una noche lo cambiaría todo, sus primos, sus hermanos y ella habían crecido juntos, al estar básicamente la mayoría del tiempo bajo el mismo techo, compartieron millones de momentos y hasta las niñeras.Por ello era común nadar en la piscina, jugar y ver películas juntos, todo el grupo o como coincidieran, pero una noche que Ariel y ella se encontraban solos algo cambio. — Hel, hoy escuche un chico hablar de ti. — ¿Ah sí?, ¿qué dijo? — Que le gustabas mucho, quería que te presentara, pensaba que somos hermanos.La vio sonreír de manera pícara y eso le molestó, preséntamelo quizá me guste. — ¿Por qué habría de presentártelo? Tienen prohibido tener novios todavía son muy chicas para eso,
Sophia es la menor de las gemelas de Adrian y Lorena, siempre ha sido una chica amable, dedicada a los estudios, obediente y responsable desde hace muchos años había mostrado su inclinación por atender y asistir a los enfermos, de hecho, cuando sus padres decidieron crear una fundación para ayudar a los menos favorecidos solía asistir voluntariamente y de muy buen gusto para auxiliar no solo la entrega de recursos sino apoyar a los que brindaban asistencia médica.Tenía sueños altruistas de ir por el mundo y ayudar con su conocimiento a otros, pero para eso primero debía cumplir sus metas profesionales, nació para ser médico, nadie se lo inculco y al fin su deseo comenzaría a materializarse pues después de ser aceptada en la universidad, allí se encontraba en su primer día.Sus padres la dejaron en la entrada y aunque ingreso con su hermana Helena ambas recogieron diferentes carreras así que a partir de ahora debía buscar su propio grupo de amigos, cuando hasta ahora los habían compar
Toda madre parece a veces tener un instinto innato para leer a sus hijos y hasta en ocasiones anticiparse a algunos eventos futuros que tendrán que superar y eso exactamente era lo que me estaba ocurriendo en este momento.A un año de comenzar en la universidad y estar felices se encuentran ambas sentadas a la mesa cenando en silencio y con caras largas, sin duda ha ocurrido algo y no me gusta permanecer en la ignorancia tengan la edad que tengan, mis hijas son unas jóvenes que no solo tienen excelentes calificaciones, sino que son chicas de fuertes valores y buen corazón por lo que verlas así me afecta.Pero como acercarme sin que me sientan una intrusa, por años he cultivado una relación de amigas, pero es claro que no desean compartir conmigo lo que ocurre en este momento, pero de hecho entre ellas tampoco están interactuando demasiado así que debo averiguarlo.Una vez terminada la cena las gemelas se retiraron a sus habitaciones, Helena no entendía lo que le ocurría a Sophia pero
Aquella mañana del Domingo Helena y Aron se escabulleron de sus habitaciones para verse, todos en la casa dormían aun así que debían ser silenciosos, el punto de encuentro era la sala que usaban para esparcimiento, ella llego primero pero no tuvo que esperar mucho para que el llegara a ella, de inmediato se abrazaron y besaron, cada vez se les hacía más difícil disimular y mantenerse separados. — Te he extrañado tanto mi princesa, sabes soñé contigo, que íbamos de la mano caminando de la mano por la playa sin temor a que nadie nos viera, nos detuvimos en un pequeño local y comimos helado. — Que hermoso sueño ojalá se hiciera realidad, que aceptaran nuestro amor y pudiéramos ser libres. — No pierdo la esperanza — , se tomaron de la mano y caminaron juntos hasta unos sofás que habían frente al televisor, en ese momento se abrió la puerta y era su abuelo Nikolaos, quien adaptaba los ojos a la semioscuridad del lugar para saber quiénes estaban allí.Asustados se soltaron de la mano y a
Helena y Aron se miraron a los ojos ante el pedido de su abuelo, todos los presentes estaban igualmente sorprendidos, ¿Por qué había hecho tal pedido?, nadie tenía idea excepto yo, que sabía que existía un secreto de base, me quedo claro que mi suegro si vio algo antes de sentirse mal, pero debía esperar que comentaba para poder saber cómo reaccionar.Tímidamente caminaron hasta la puerta sin saber que esperar, mi hija entro primero seguida de él y se escuchó cuando Nikolaos les pidió cerrar la puerta, Adrian me miro como buscando una explicación y yo solo subi mis hombres indicándole que no tenía idea.Una vez adentro Nikolaos les pidió acercarse con la mano, — Por favor no sean tímidos, no deseo esforzarme en hablar alto y tampoco quiero que escuchen nuestra conversación los que se encuentran afuera. — Esta bien abuelo —, respondió Helena tímidamente. — Chicos desde hace días he deseado hablar con ustedes, temía no tener la oportunidad de aclarar lo que ocurrió aquella mañana.Aro
Adrian caminó al mueble donde se encontraban los licores necesitaba un trago definitivamente, sus chicas iban a acabar con él, pero que más podía hacer su familia de donde provenía y la que había formado eran todo para él.Luego de beber un trago seco se giró a verme, — Bien amor ya estoy preparado para la próxima bomba. — Para ser honesta a mi pensar este caso es mucho más sencillo, sin embargo, esto depende completamente de ti a mi parecer. — Supongo que Sophia también está enamorada pero no se me ocurre alguien con quien tenga un impedimento, no hay más primos de su edad y no creo que se sienta atraída por Cristian el hijo de mi primo Damian porque solo tiene 13 años. — Ya no juegues más, iré directo al grano, el mundo da demasiadas vueltas, nunca acertaras cual es el pretendiente. — Aja… — Es el hijo de Adela, Ethan, quien creías tu hijo y tuviste en tus brazos apenas nació. — No puede ser. — Si, se encontraron el universidad en la facultad de medicina, quede con Sophia
Comienza la semana y con ella la promesa de resolver el tema de Sophia, ella se encuentra con el chico en la universidad y de allí deciden ir al restaurante después de culminar sus clases de la mañana para poder reunirse conmigo y Adrian, tenemos apenas unas horas antes de que deban volver a sus estudios, pero parece ser suficiente al menos por ahora.Somos los primeros en llegar, es un lugar elegante, pero por sobre todo privado pues está dividido por pequeñas salas, me pasa por la mente que ha de ser una situación difícil y extraña para Adrian quien en algún momento considero al chico como su propio hijo, de eso hacen unos veinte años, pero si yo podía recordar aquellos momentos vividos aun cuando yo no me encontraba aquí para él debe ser aún más complejo. — ¿Crees que le chico sepa toda la verdad? — No lo creo amor supongo que lo han mantenido en la completa ignorancia, lo único que sabe es que su madre secuestro una bebe e intento matar a una mujer, de alguna manera alguien de s
Dos años más tarde…Como padres cuando nuestros hijos llegan a casa de la mano de quien escogen como pareja y con el proyecto personal de comenzar su hogar inevitable te embarga un sentimiento de nostalgia que quizá durante los preparativos del matrimonio no te detienes a pensar en más que todo lo que conlleva, arreglos tarjetas, decoración, el salón, en fin, tu mente se coloca en modo productivo y poco emocional.Sin embargo, cuando logras finalmente serenarte empiezan a pasar por tu mente aquellas imagines de cuando era bebe, al comenzar a caminar, sus primeras palabras, como te llenaba de cualquiera de sus desechos y cuando fue a su primer día de colegio, todo el amor y dedicación que le brindaste, que ahora solo formara parte de su pasado.Adrian que me ve un poco conmovida me abraza, entiende ese sentimiento, esta será la última noche de Xander en casa y me parece mentira que al final se case antes que sus hermanas, tal como era su personalidad era una fuerza de la naturaleza, de