Subo el volumen de la canción y abro la ventana a mi lado para sacar mi mano libre y levantarla, moviéndola de lado a lado al ritmo de la canción, mientras sujeto el volante con la otra. Estaba aprovechando que no había nadie en la solitaria carretera de camino al aeropuerto y me faltaban unos cuarenta minutos para llegar.

—Este no es el momento correcto para que te enamores de mí —comienzo a gritar la canción y río de manera irónica porque fueron exactamente sus palabras —, bebé, solo estoy siendo honesto —ruedo mis ojos, porque sí, definitivamente la canción fue hecha por él y para él —, y sé que mis mentiras nunca podrán hacerte caer, que estamos corriendo en círculos, es por eso que... —esquivo a un auto que venía en el carril contrario y río antes de seguir cantando, levantando mi voz, cantando con todos los sentimientos que tenía arremolinados por dentro —, en mis momentos oscuros, me voy de nuevo y salgo a la calle, voy prometiendo cosas que nunca pienso cumplir. En mis momento