Cap. 42

destinado al jeque

haila

Finalmente, miré el contrato, realmente era más para afirmar un compromiso total, sin dañar a mi padre, ni a mi familia, y sobre el matrimonio, eso ya me lo había dicho, sin hijos, sin cambios en sus casas, y en sus horarios o la interferencia en sus viajes, y ninguna negativa a tener sexo con él, y finalmente vino lo que más temía y no pude evitar mirarlo con tristeza, porque eso es todo lo que más odio en un hombre, y él Insistió en dejar muy claro que él es un imbécil al igual que mi padre...

No me dará satisfacción por nada, y no habrá preguntas, porque no promete lealtad, sino que exige la mía.

El resto del contrato son solo yo las clausulas económicas informándome de la suma de dinero que recibiré, luego del divorcio que se llevará a cabo en nueve meses y no en un año, la cantidad es astronómica, pero eso no está en mi interés.. .

Intenté suspirar disimuladamente, y controlarme, y no bajarme con esta situación bochornosa, siendo una esposa cornud