Cuando llegamos al restaurant todo estaba hermoso, era al aire libre en una terraza donde podíamos ver el paisaje se veía la ciudad, las luces y podías ver las estrellas y la luna te quitaba el aliento tan solo de ver algo tan hermoso.

El área era para Vip, solo estaban unas 5 mesas, pero cada una con su propio espacio, nos sentamos y el mesero nos entregó la carta.

“Hansen la vista es hermosa, me encanta “le dije sonriendo.

“No conocía este restaurant, pero ya se convirtió en uno de mis favoritos, ¿cómo conseguiste este ubicación?” le pregunto Sebastián.

“El dueño es un cliente con el que hacemos negocios, es humano pero la mayoría de sus clientes son lobos, por eso se la ubicación, además quería que estuviéramos más cerca de la naturaleza y todo su esplendor de noche”.

“Este es un punto neutral, puedes ver a lobos de diferentes manadas conviviendo, la regla principal es evitar conflictos, digamos