Ante mi estaba el hombre que la diosa de la luna había destinado para mí, mi otra mitad, mi alma gemela y estaba abriendo su corazón ante mí.

Dejando a un lado al alfa y siendo solo el hombre que ama a una mujer.

“Hansen, jamás pensé que sentía esto por mí, desde pequeña nunca te vi con otros ojos, más que un mujeriego y jamás pensé que tú y yo” dije dudando.

“Se que tu sientes algo por mi Alania, no intentes negarlo porque tu cuerpo dice lo contrario, cada vez que te toco y que te beso, incluso ahora que estas cerca de mi puedo sentir como tu cuerpo reacciona al mío”.

“No lo negare” dije mirado hacia el suelo, “Pero necesito tiempo es todo lo que te pido, un poco de tiempo para