Me despierto por un fuerte grito que se escucha, mis oídos comienzan a dolor por la intensidad del dolor, siento un dolor punzante en la garganta y no para de escucharse ese grito tan fuerte, suena con tanta desesperación que solo escucharlo me da miedo y me produce un escalofrío.

Soy yo la que está gritando, Dylan esta tratando de sostenerme por que estoy agitando pies y manos al mismo tiempo que el grito se hace más y más desgarrador. Finalmente me quedo sin voz para continuar gritando y cuando volteo a ver el rostro de Dylan tiene una expresión de terror en el rostro pero no se compara con el terror que siento yo, el pone una mano en mi mejilla e inmediatamente la retiró con un rápido movimiento que hasta a mi me sorprende.

-Qué ocurre, estás bien?

Me pregunta con algo de angustia en el rostro, analiza mi rostro cada detalle y levanta una mano para intentar tocarme.

-No me toques.

Le digo en un grito. Su expresión cambia por una de sorpresa y frunce