Capítulo 11

Estar en esta casa es más cómodo de lo que pensé, Eidan ha dejado de molestarme, me parece que antes, cuando estaba fuera me molestaba más que ahora, apenas soy capaz de verlo, sale en las mañanas y regresa bien entrada la noche, la mayoría de las veces ya estoy durmiendo, llevo una semana viviendo aquí ya más de tres veces no lo he visto ni una vez en el día, hoy no ha sido la excepción, no tengo idea de a qué hora salió de casa que no fui capaz de verlo, y son casi las diez y aun no llega, no es que lo esté esperando, pero es fácil darme cuenta ya que cuido de su hijo. Acabo de bañarme, estoy peinando mui cabello cuando llaman a mi puerta, me volteo y le pido al que sea que entre, entra el como si hubiera sido invocado por mis pensamientos.

¿sucede algo? – le pregunto cuando se queda allí de pie sosteniendo el pomo de la puerta - ¿necesitas que haga algo? – niega

Mas bien vengo a pedirte un favor – me levanto y voy más cerca de él para escuchar ese favor que me quiere pe