28. Talia

Abro los ojos y estoy en una habitación oscura, por un segundo, el pánico se apodera de mí, me han atrapado, me encontraron... Grito, más a causa del dolor cuando intento levantarme, que, de cualquier otra cosa, y casi de inmediato, una puerta se abre con tanta fuerza que prácticamente se cae fuera del marco. Mis ojos se maltratan por la luz que entra, pero el alivio me inunda al ver al hombre en la entrada. — Papi — lloro, sintiéndome cómo una niña pequeña, los ojos de mi padre se humedecen y corre a abrazarme, me aferro a él con fuerza, derramando lágrimas de alivio, miedo y tristeza, quiero que me abrace como cuando era una niña y me consolara diciendo que todo está bien. — Ya estas con papá, nena — asegura besando mi frente. — ¿Papi? — pregunta una vocecita desde la entrada, la luz se enciende y ambos nos giramos hacia la puerta. Mi corazón se calienta al ver a la pequeña Sharon y los gemelos en la entrada, detrás de ellos, una muy

29. Scott

Despierto con la sensación de estar ahogándome, y, de hecho, lo estoy, abro los ojos y solo veo oscuridad, hay una mano sosteniendo mi cabeza con fuerza mientras instintivamente lucho por salir y tomar aire. Justo cuando mis pulmones arden confuerza y siento que mi esternón va a colapsar, tiran fuerte de mi cabello para sacarme, he hecho esto cientos de veces como para saber que intentarán aturdirme justo antes de meter mi cabeza de nuevo al agua, por lo que toma todas mis fuerzas inhalar el aire tan pronto como mi cabeza sale del agua, inhalo tanto como puedo, pero pequeñas gotas entran por mi nariz impidiéndome hacerlo de la forma correcta.

30. Talia

Hay un golpe sordo en la habitación del bebé que nos alerta a todos. — Están aquí — susurra Alenna antes de mirar a su esposo. El pequeño Matty empieza a llorar asustado y mi padre se levanta como un resorte. — ¿Dónde está Adeline? — pregunta mientras se acerca a la parte de abajo de la mesa frente a mí y oprime un botón y las persianas de cierranautomáticamente, dejando la casa a oscuras. — Jacob — digo ner

31. Scott

No sé cuánto tiempo pasa hasta que escucho los disparos, son fuertes y contundentes, Luke se sorprende y maldice antes de cargar su arma y salir corriendo en dirección a la puerta, ladra una o dos órdenes que no comprendo y ponen una manta olorosa en mi cabeza, opacado por completo mi visión (que realmente no es mucho ya que uno de mis ojos está tan hinchado que dudo de sí está realmente abierto) y de repente todo se vuelve un infierno, gritos, golpes e incluso explosiones empiezan a escucharse y sentirse a diestra y siniestra, yo soy trasladado precariamente hasta que alguien grita y caigo bruscamente al suelo por falta de equilibrio. — Únete a la fiesta, diablo — escucho decir a una familiar voz masculina, y la luz llega nuevamente al ser retirada la asquerosa m

32. Talia

Cuando Scott deja caer su cabeza, mi corazón se acelera, intento salir corriendo a su auxilio, pero Alenna me detiene.— No, aún es peligroso — asegura, y yo quiero salir corriendo, hemos convocado toda una operación en contra de los negocios sucios de Luke, nos ha tomado dos días y mi testimonio para poner todo en movimiento, y una vez que todo estuvo listo, Alenna hizo una llamada y en cuestión de horas, lanzaron una alerta e iniciaron una misión de rescate para conseguir a Scott fuera.Estoy detrás de la barricada, junto a la ambulancia, y al equipo de apoyo, ha habido disparos por varias horas, pero todo ha sido una especie de bruma, hasta que finalmente, el tío Aleksandr llega con nosotros y los paramédicosreciben a Scott.— Por Dios... — murmuro, aterrada, su rostro está hinchado y e irreconocible, con sangre seca y enormes hematomas, su ropa está ras

33. Scott

Cuando cierra la puerta, dejo escapar un suspiro aliviado, lo que solo parece doler, al igual que todo en las últimas semanas.No hay nada más que las putas paredes, el puto dolor y la puta inutilidad.Luke y Saltsman consiguieron joderme, feo. Fracturaron varias costillas, mi mano izquierda, mi pierna derecha es inútil hasta ahora, al parecer tengo una placa de metal en la cabeza, mi nariz había tenido tiempos mejores, mi cicatriz... Bueno, ahora tenía compañía, la habían vuelto a abrir con un cuchillo y añadido una ramificación más. Supongo que me lo merezco, le hice cosas peores a muchas otras personas.Soy. Un monstruo, ahora realmente luzco como uno.Alguien toca a la puerta, y aunque lo mando a la mierda, no le importa y entra de cualquier forma. Papá, con sus botas militares y pantalones de siempre, aunque desde hace muchos años ha dejado las camisillas y ha

34. Talia

Por primera vez en meses, sonríe, y es una sonrisa real, brillante y que llega al alma, Alenna y sus hijos se abrazan, con fuerza, Scott luce como un cachorro contento al ver a su madre, y es malditamente encantador.Mi padre se acerca y me da un fuerte abrazo a mí también, desde que volví, hace eso bastante a menudo, y lo agradezco, me hace sentir... En casa. Aunque las pesadillas empeoraron considerablemente, ahora no es papá quien se despierta en medio de la noche gritando y pataleando, ahora la que sufría de EPT era yo, pero Alenna había ofrecido sus servicios en caso de que necesitara ayuda con todo lo que está sucediendo, la verdad de no ser porque atendió a Adeline, jamás habría pensado que la mujer era psicóloga, enserio, jamás.— Fue idea de Taliana — dice ella sacándome de mi trance, Scott me mira con sorpresa y me sonríe, la parte de su rostro

35. Scott

Mi madre es una arpía traicionera, a veces me pregunto si el hecho de ser psicóloga solo la hace más manipuladora... Pero igual la amo, cuando Talia a y yo regresamos de besarnos en un rincón como colegiales, mi madre nos está esperando junto con mis tíos.La Tía Anne, que de hecho también es mi madrina según descubrí, me abraza y me da un pequeño guiño, lo que me hace sospechar que ella también tuvo algo que ver con mi vomito verbal hace unos minutos. Pero ya no siento la necesidad de decir todo lo que pasa por mi mente, así que lo tomo con calma.— ¿Y bien? ¿Ya puedo celebrar los nietos? — pregunta mamá con picardía, Talia abre los ojos con pánico y palidece, yo me limito a mirar a mi madre con fastidio, esta extraña faceta de madre parlanchina es reciente, y no sé si me agrada.— Sabes que soy est