Amanda seguía esperando a su novio en la sala de estar, pero esta vez se había puesto una pijama muy reveladora, quería terminar en la cama con Asher, lo deseaba más que cualquier otra cosa, desde que se casado no había vuelto a tocarla, no le había hecho el amor como al principio.

Pero esta noche sería diferente, ella tenía que hacer que el se rindiera a sus pies, su bata era transparente y realmente corta, dejaba ver sus preciosas piernas, se había colocado la loción que a él tanto le gustaba.

Estaba algo impaciente, las horas empezaron a pasar y se estaba impacientando, estaba por llamarlo cuando escucho el ruido de un auto, observo la hora, eran las 8 de la noche se acercó a la puerta con una sonrisa, Alison jamás iba a tener a su hombre, eso nunca.

Asher entró y ella corrió en su dirección, paso sus brazos por el cuello del chico y lo beso sin pensarlo, había extrañado tantos sus besos, se separo de él por falta de oxígeno, observo su rostro y se dio cuenta que estaba algo hincha