Ignacio pov's

 

Hoy me a levantado el puto sonido de

mi celular, lo cojo y descuelgo sin mirar quién es.

 

- ¿Si?

 

- Tengo una carrera de motos, este

viernes a las 21:00 en la calle 34.

 

- Allí estaré. - Afirmo, iba a colgar pero

empezó a hablar

 

- Pero...

 

- ¿Pero que?- Pregunto.

 

- El organizador a dicho que cada

participante tiene que llevar a una

chica.- Dice Scott

 

- ¡No voy a llevar a ninguna chica!

 

- Como quieras, pero entonces no

podrás participar, y esta carrera puedes ganar el triple de

lo que has ganado en todas. Que dices, ¿te apunto?

 

- Si.-  Ladro.

 

- Nos vemos en el Instituto.-Dice y

cuelga.

 

Llego al Instituto en mi moto, Shiver

750.

 

Ando por los pasillos y todos están en

silencio, y escucho un "Buitre" y sé

perfectamente quién es, pero aun así

pregunto.

 

- ¡¿Quién a dicho eso?!.- Digo con furia.

 

- Yo.-Contesta ella con cierto tembleque en la voz.

 

Me acerqué a ella, y la miré, y ella me

miró a lo ojos, joder juo lo que no me gusta.

 

- Joder, pensé que ya lo habrías pillado, pero parece que

eres corta de mente.- Le digo. Pensando que ella podría ser la indicada para

llevarla con Scott y conmigo.

 

La tomé del brazo y la lleve al patio del Instituto. La

acerque a mi moto y la subí, me puse en marcha y la lleve a mi casa para poder

hablar con ella sobre lo del viernes por la noche.

 

En el camino ella me ignoro, pero

cuando la cogí de la cintura y la baje de la mato, ella

frunció el ceño y me miró interrogante.

 

- Es mi casa- Le aclaré

 

- ¿Para que coño me traes a tu casa?

 

- Quiero hablar contigo.

 

- Ya si, pues yo no quiero hablar con

tigo.-Se dió la vuelta dispuesta a

marcharse, pero yo fui más rápido y la cargué en mi hombro,

dejándome una esplendidas vistas de su trasero, ella no paraba de golpear mi

espalda, y gritar.

 

Mi casa estaba vacía por lo tanto me dió igual que gritara.

 

La subí a mi habitación y la tumbe con cuidado en mi cama.

Me di la vuelta y cerré la puerta con llave para que no se fuera.

 

-¿Me puedes decir cómo te llamas?-Le

pregunté

 

- No te importa.

 

- Como quieras, pero hasta que no

hagas lo que yo te diga y respondas,

no te irás de aquí, bonita.-Ella suspira

fuertemente.

 

- Franchesca, ¿y ahora quieres algo más?

Tengo que hacer cosas.-Dice frustrada

 

- Sí, primero para de estar todo el rato

retándome, y segundo seras quien

me acompañe a las carreras de moto.

Cuando yo te diga, a la hora que yo te

diga, y además allí solo podrás hacer

lo que yo te diga, controlaré cada paso

que des. Incluso con quién hables, y si

hablas de mi. ¿Entendido?

 

- No-Dijo ella simplemente

 

- SÍ

 

- ¿Qué te hace pensar que te haré caso?

 

 

- Fácil, te dije que te atentes a las

consecuencias, y no me hiciste caso, por eso tu ahora me

harás caso, y allí, en las carreras, seré como tu "dueño".

 

Se levantó de golpe.

 

- ¡¿QUÉ TE CREES QUE SOY UN PERRO?! Porque no lo soy, ni tu

eres mi "Dueño" ni nadie lo será. Joder eres increíble..- Fue hacia

la ventana y la abrió. Se dió la vuelta y me miró con odio.- Estás muy

equivocado si te crees que te haré caso, y se olvidaba que yo soy más lista que

tu- Se dió la vuelta y salió por la ventana.

 

¡MIERDA!, estamos en un segundo piso, ¿en qué piensa esta

chica?

Voy corriendo a la ventana y me asomo por ella, miro a bajo

y la veo salir de la piscina.

 

- ¡ESTAS LOCA! .-Le grito, ella me mira

desde a bajo.

 

- ¡LO QUE TU DIGAS! .-Sigue andando

pero se para otra vez, me mira y vuelve a gritar.-

¡BUITRE!.-Dicho eso se marcha.

 

 

Franchesca pov's

 

Voy andando por las calles empapada.

La gente me mira extrañada, y otras con pena.

 

Y yo todavía estoy en estado de Shock,

¿quién se cree para decir que es mi

dueño? Osea me conoce de hace unos

días y dice eso.

 

En fin la gente cada vez está más loca... 

 

Al llegar a casa, tengo cuidado de no

empapar el suelo.

 

No hay nadie en casa, cosa que me

extrañó, pero bueno... Me preparé un

sándwich, subí a mi cuarto y me puse

un chándal para andar en casa.

Suena mi celular, y abro el mensaje que me acaban de mandar,

por W******p lo leo:

 

'Calle 24, a las 21:00"

 

Frunzo el ceño, y vuelve a sonar el

celular.

 

"Espero que entiendas que tienes que hacer lo que yo te

digas."

 

  

 

"¿Eres el chico con el que

estado antes?"

 

"¿A quién más le tienes que hacer

caso a todo lo que diga? Claro que

soy yo, niña"

 

"¿Cómo, pollas 

tienes mi número?"

 

"¿Y qué importa?" 

 

"¿No tienes cosas 

mejores que hacer, 

que molestarme? o 

¿Es qué me echas de menos?"

 

"Claro que tengo

mejores cosas que

hacer que hablar con 

una niñata, pero solo 

te quería recordar

que me debes hacer caso.

Y recordarte que este viernes, 

tienes planes, y para 

que no hagas planes 

con otra persona, 

y luego me digas"

 

Lo siento, Ignacio, pero no puedo ir.

Bueno, al menos ahora se que se llama

Ignacio

 

"Joder, Ignacio, ¿No hay más 

chicas en el mundo o que? 

Venga ya, Ignacio, 

hay chicas que de seguro

se matarían unas entre 

otras para poder ir." √√ 

 

Me deja en visto, y me acuesto en mi

cama para dormir una siesta. Estoy a punto de dormir, cuando

el elular suena de nuevo. Y leo:

 

"Mira, me importa una 

m****a,si hay chicas

que se pelearían por ir, 

te eh dicho que IRAS 

y tu vendrás. Y adiós,

que ya me pusiste 

de mala follá."

 

Dejo el celular en la mesilla y me

duermo. Cuando bajo, mamá no ah llegado, ¿dónde se habrá

metido?, es ese momento se abre la puerta principal y entra mamá.

 

- Mamá. ¿Dónde estabas? Estaba

preocupada por ti.

 

- Mi jefe me invitó a comer, hija.

 

- Ah vale.

 

- Hija me voy a acostar ya, ¿te puedes

hacer tu la cena?

 

- Sí claro mamá, que descanses.

- Buenas noches, hija- Me da un beso en  frente y se

marcha

 Llegó el día que no quería que nunca

llegara, viernes.

Ignacio no me ah dejado de insistir

todos los días que vendría a recogerme a las 20:30. Ana a

estado insistiendo que Cameron tiene que estar interesado en mi para haberme

invitado a la carrera.

Cosa que dudo porque el y yo nos

odiamos mutuamente. Por suerte en el Instituto, no me a

vuelto a hablar.

A las 18:30 me vestí para la estúpida carrera,  Cuando

terminé de maquillarme y cepillar mi pelo, mi

celular sonó, avisando de que tenía un

mensaje, lo abrí y leí de quien era...