104. La perderás.⤝AXEL⤞Me detengo en la puerta de la habitación luego de mi arrebato. Tomo el pomo con intención de volver, pero no es el mejor momento. Temo que un nuevo enfrentamiento con Mila nos lleve por caminos equivocados.Claro que soy consciente de lo tonto que me he comportado. Yo mismo hice la pregunta y Mila solo se limitó a responder, pero no es fácil aceptar que un miembro de mi familia, hermano o madre sean capaces de cometer un crimen a sangre fría.Knox puede ser irresponsable y testarudo; sin embargo, no lo veo capaz de ordenar un asesinato, tal vez me equivoque y estoy cerrando los ojos a la verdad. Pero nadie puede culparme por tener esperanzas.Convencido de que lo mejor es dejar descansar a Mila y darle tiempo a que las aguas se calmen, salgo del apartamento sin rumbo fijo. Conduzco alrededor del edificio para tratar de calmar el cúmulo de emociones que me atormentan.No sé exactamente en qué momento dejo de dar vueltas en círculo y termino manejando hasta el e
105. Merecemos más⤝AXEL⤞El silencio que se instala entre los dos es roto por el sonido de fondo de la música, los murmullos de la gente al pasar por nuestro lado y el motor de los autos saliendo del lugar; sin embargo, nuestros ojos se miran fijamente.—Ha pasado tiempo —dice, rompiendo el largo e incómodo silencio.—Sinceramente, hubiese deseado no volver a verte —respondo, con intensión de terminar con esta absurda conversación. No tengo nada más que decirle, no tengo un solo motivo para hablar con ella.Todo fue dicho hace años.—Entiendo que sigas molesto por el pasado, pero… me gustaría disculparme —dice y no puedo evitar sonreír.—¿Disculparte? Han pasado demasiados años para eso, Piper. No me interesan tus disculpas, tampoco enfrascarme en una conversación innecesaria contigo —respondo, con intención de salir de allí.Mila me espera en casa.—¡Espera! —su mano se envuelve alrededor de mi brazo, deteniendo mis pasos—. Por favor, Axel, sé que es muy tarde para esto, pero necesi
106. No voy a fallarte⤝MILA⤞Con cada segundo que pasa, el nudo en mi garganta va haciéndose cada vez más grande hasta el punto de sentir que el aire me falta. Sin importar lo doloroso que esto me resulte, no voy a cambiar mi posición. No estoy sola y antes debo pensar en el bienestar de mi hijo.El silencio que se instala en la cocina es ensordecedor, Axel me mira como si no creyera lo que acabo de decirle o, como si me hubiesen salido dos cabezas.—No puedes hacerme esto, Mila —dice, rompiendo el tenso silencio.—¿Hacerte qué, Axel? —inquiero, levantándome de la silla, incapaz de permanecer sentada y de fingir una tranquilidad que no siento.Mi corazón late acelerado dentro de mi pecho, mi cabeza no deja de darle vueltas al asunto. Axel solo tiene que darme una respuesta directa y sincera.—No puedes darme a elegir. Eres mi esposa, la madre de mi hijo, la mujer con quien he decidido pasar el resto de mi vida. La mujer que amo.—¡Entonces demuéstrame ese amor! —elevo la voz hasta co
107. ¡Esto tenemos que celebrarlo!⤝MILA⤞—¿Embarazada?—¿Abuelos?Preguntan, mirándonos fijamente, esperando una explicación. Aun así, no hay mucho que decir. Ellos saben cómo se hacen los bebés y no es un tema que me gustaría tocar con mis padres. Es suficiente con que mi madre nos haya escuchado haciendo el amor poco antes de la boda.—¿Fue por eso que apresuraron la boda? —inquiere mi padre, interrumpiendo mis pensamientos y sin salir de su asombro.No es la reacción que espero; sin embargo, no puedo pedir mucho. Nadie regresa de su luna de miel embarazada de casi tres meses, luego de haberlo negado rotundamente.—No, papá. Cuando decidimos casarnos, no sabíamos que estaba embarazada. Te aseguro que de otra manera no te lo habría ocultado —respondo, soltando la mano de Axel.Me levanto del sillón para llegar junto a mi padre, que tiene el ceño fruncido.—¿No estás feliz? —pregunto, batiendo las pestañas y esbozando una sonrisa nerviosa—. ¿No te emociona saber que tendrás un peque
108. Tu fiel esposo⤝MILA⤞Tratando de ignorar la sensación de ahogo en mi pecho, camino hacia la ducha justo cuando el sonido de mi móvil se escucha. Vuelvo con prisa, creyendo que es una llamada de Axel. La desilusión llega cuando veo el nombre de Zaria en la pantalla.—Aló —respondo, sentándome a la orilla de la cama, mirando hacia la puerta, esperando ver llegar a Axel.—Hola, Mila —saluda.—¿Todo bien? —pregunto, mordiéndome el labio, esperando que no haya complicaciones con Nova o la bebé.—Sí, de hecho, llamaba para darte una buena noticia. Nova acaba de despertar y la bebé está reaccionando muy bien.Mi corazón se sacude de alegría y tranquilidad. Una cosa es que esté molesta por la actitud de Axel y otra muy distinta el aprecio que le tengo a la muchacha.—El doctor ha autorizado las visitas. Aiden ya ha conocido a su nieta, está locamente feliz —dice.Frunzo el ceño al escucharla.—¿Aiden está contigo? —pregunto, sintiendo una mano apretarme la garganta.—No, salió hace unas
109. Sin miedos y sin amenazas⤝AXEL⤞Dejar a Mila luego de nuestra discusión y reciente reconciliación es de las cosas que no debo hacer. Eso es lo que se repite en mi cabeza mientras el ascensor desciende rápidamente hasta el estacionamiento.Quiero volver a su lado y hacer caso omiso de la llamada del abogado de mi padre. Lamentablemente, no puedo. Si Caroline de verdad tiene intenciones de jugarse la última carta que le queda, debo de estar presente y tratar de neutralizar sus movimientos.Sé lo que quiere y estoy dispuesto a entregárselo para poner fin a esto y finalmente poder disfrutar de mi matrimonio junto a Mila.No volveré a meterme en los asuntos de Knox, por mucho que me duela. Tengo que aceptar que tanto Mila como Soren, tienen razón. Mi hermano no madurará mientras yo esté dispuesto a resolverle la vida.Sin embargo, Livia es un asunto totalmente diferente y sé que Mila lo entiende. Salgo del ascensor, convencido de que volveré y la compensaré por esta nueva falta.Sé
110. No es lo que parece⤝AXEL⤞—No fue mi intención engañarte, Axel —dice, ligeramente pálida.—No me interesa hablar del pasado y menos si eso significa hablar del error que cometí al salir contigo.Ella se muerde el labio con nerviosismo.—Por favor, escúchame, Axel. Necesito disculparme contigo, es la única manera de encontrar un poco de paz en este infierno en el que se ha convertido mi vida desde hace unos meses —insiste.—Yo no necesito hablar del pasado. Eso es algo que ya está muerto y enterrado, así que, por favor, suéltame.—Fueron mis padres —dice, bajando la mirada—. Mis padres te vieron como un cheque en blanco y en un acto de rebeldía, busqué la manera de que te decepcionaras de mí.—¿Me estás diciendo que me engañaste para salvarme? —pregunto. Solo un tonto creería algo así.—Sí.Una seca carcajada abandona mis labios.—Es lo más absurdo que he escuchado en mi vida. Me engañaste porque así lo quisiste. No imagino a Pavel Bennett arriesgando su carrera para ayudarte. Sé
111. No voy a retenerte⤝MILA⤞Un silencio ensordecedor llena la habitación tras mi petición. El corazón se me desgarra, pero no puedo permitir más esta situación. Bien dice el dicho: “el que avisa no es traidor”, y Axel sabía muy bien lo que iba a suceder si continuaba dejándome de lado.—No puedes hacerme esto, Mila —musita, saliendo de su shock.—¿Por qué no puedo? —inquiero, luchando contra el deseo de llorar—. ¿En qué parte está escrito que no puedo pedirte el divorcio?—¡Nos acabamos de casar, Mila! —grita, meciéndose el cabello con la mano—. Estamos esperando un hijo.—Y eso porque he tomado esta decisión. Siempre he estado disponible para ti, dispuesta a ir al fin del mundo sin importar lo que se me cruce en el camino, ¿y qué he tenido a cambio?Él niega, estira la mano para tomarme del brazo. Me muevo rápido, evitando su contacto.—Escúchame, Mila. Sé que todo me señala como culpable, pero te aseguro que no es lo que piensas. Me encontré con Piper en el restaurante porque es