Locura era una verada locura, Bastian había llamado a Adriano y le había reclamado por el hecho de haberle contado nada sobre los hijos de Violeth, algo que de inmediato su secretario había indicado que o había parecido nada, pero que inmediato se pondrá a investigar, estaba enojado estaba frustrado, ella le había dado dos hijos, nadie podría arrebatar ese pensamiento de su interior, no podía creer que las cosas fuese de aquella manera, no podía creer que ella no le hubiese dicho sobre sus hijos, no sabía cómo tomar las circunstancias, no sabía cómo reaccionarPor un lado estaba feliz tenía un par de mellizos al parecer, peor por otro lado estaba tan enojado porque Violeth los había ocultado por tantos años, no podía creer que se había perdido sus primeras palabras, sus primeros pasoso se había perdido el luego de ser llamado padre, no lo pod&ia
--¿Qué dijiste Bastian? ¿Hijos, viola? ¿Juegas con el corazón de esta mujer? No puedes hacerlo ya no soy una joven doncella ¿sabes?—Bastian no pudo evitar reír al escuchar sus palabras pues la mujer con aquel gesto de tener sus manos en el pecho y mostrase tan alterad con solo escuchar el nombre de Violeth y ahora mencionar hijos ella parecía que aquel era como si de un regalo de navidad se tratara, algo que para Bastian sin duda era la confirmación que sus hijos serian felices e aquel lugar con la consentidora mujer--así como escuchaste, hoy me entere… pero parece que madre ya lo sabía…--tanto Sergei como Morun observaron a la mujer que se encontraba en uno de los sillones leyendo una revista según ella sin mostrar ningún tipo de interés en lo que su hijo la observo lleno de enojo, además de que se había encargado de quitar su teléfono p
Bastian observó máximo lleno de dudas quien simplemente le dio una tenue sonrisa y le indicó al chofer que se detuviera el auto para bajar del auto junto con su señor, a lo Bastian noto como aquel tenía una carpeta de color amarillo en sus manos y se la entrega a Bastian con toda la tranquilidad del mundo, algo que no comprendía, pues incluso Adriano no había logrado nada, mientras él siendo su grada espaldas había logrado investigar más de lo que imagino en pocas horas, la verdad lo tenía más que sorprendido--los niños nacieron hace cinco años, Violeth fue oculta en la mansión Russo en la ciudad de Amalfi, la verdad es que fue difícil sacar un poco de información del lugar, y que sabes que pertenece a los Russo, pero un amigo mío trabaja allí…--espera ¿un amigo mío trabaja allí?¿Qué
--llama a los inversionistas y diles que las reuniones serán el día de mañana que no quiero excusas…--Violeth hablaba mientras observaba los mensajes en su teléfono, a lo que Lois apuntaba cada una de sus órdenes como debía hacerse en lo que noto que aquella se había sumido por completo en sus pensamientos al leer al fin un mensaje de Ainara quien no había contestado nada desde el almuerzo algo que la tenía terriblemente preocupada --me temo que debemos postergar todas las reuniones de ahora…-- Lois observo a su jefa con ceja levantada pues lo cierto era que ya era hora de salir, no había nada que postergar, pero aprecia tan distraída que no lo había notado--jefa ya terminamos pro el día de hoy, a menos que esa reunión tenga que ser con el señor Katalakis, con gusto le cancelaré…--Violeth salió de sus pensamientos y observo a la morena c
Lavilla se mostraba en todo su esplendor a los ojos de Violeth, aquel lugar ella jamás llegó a pensar que la volvería a ver, pensaba que nunca en su vida vería aquellas paredes y aquella estructura, debía ser una broma, aquel lugar, aquella prisión de oro en la que aquel hombre había jugad con su corazón, aquella jaula en la que él había jurado amor y simplemente había sido un juego para él para vengar a su adorada esposa, allí estaba ella, volviendo al lugar que una vez juro no volverlo a hacer, volviendo al lugar que encerraba no solo los recuerdos donde rompieron su corazón, también el lugar en el que había vivido la experiencia más hermosa de su visaYa que el amor que una vez sintió por Bastian Katalakis, fue real, por lo menos para ella, de aquel amor, había salido sus hermosos hijos, de aquel amor habían salido miles de
Aquello debía ser una completa locura, y con ello iba la broma más extraña que le habían hecho en su vida, justamente frente a sus ojos se encontraba Aitana, Violeth no lo comprendía, no comprendía, por qué razón, Bastian la había llevado hacia aquel enorme bote, pero antes de que pudiese reaccionar, Bastian la había tomado de la mano para arrastrarla hacia aquella majestuosa cosa, sin importarle que hacía poco la había cargado y la había llevado hacia aquel lugar--no… no iré… ya basta, Bastian… ¿A qué juegas? Ya no soy tu muñequita, así que ya no quiero jugar a la casita y a la niña enamorada—no había dudas que aquellas palabras lo habían lastimado, Bastianno creía que ella creyera que no era más que un juguete para él--nunca has sido una muñeca o un simpl
La vista ante sus ojos era increíble, Violeth no podía creerlo, tanto fue así que ella sin pensarlo se había levantado del lugar ene l que se encontraba sentada observando las estrellas y el mar en la oscuridad que se había quedado anonada, la vista era hermosa, era el sueño de toda persona que quisiese quedarse sola por un buen tiempo, era el sueño de toda persona que sedeaba quedarse sola en una isla desierta, pues aquello era justamente algo como eso, era una hermosa isla virgen la cual estaba completamente decorada con miles de luces a los alrededores y mostraba una pequeña cabaña la cual era iluminada, que la verdad no era una pequeña cabaña era enorme era todo unparaíso, se podía ver desde la lejaníaAquello la hizo preguntarse ¿dónde estaban? ¿Qué hacían allí? Estaba segura de que Bastian deseaba hablar con ella en un l
Violeth al escuchar aquellas palabras, dio un gran suspiro y observo a Bastian llena de miles de preguntas en su cabeza, pero sabía que no podía reaccionar de manera irracional, él sabía demasiado, pero no sabía que tanto sabia, además de que usar la frase de Athan es su padre, savia perfectamente que no había sido la más adecuada, después de todo, ella sabía perfectamente que aquello no era verdad. Pero ella la había usado tanto en aquellos viajes en el extranjero, que cada que alguien veía a Athan con sus hijos y estos lo llamaba padre, ella no tenía más que decir que efectivamente él era su padreYa más que una costumbre era algo así como entregarse al dolor, ya que después de todo ella había aceptado la realidad en la que sus hijos crecerían creyendo toda su vida que su madre tenía una relación poco convencional con su p