La oficina de Bastian Katalakis, estaba llena de completo silencio mientras observaba los documentos en sus manos, el lugar estaba lleno de tensión incluso temor, aquella hora pacifica, pero imponente de Bastian Katalakis, había cambiado por completo, ya no era de aquella manera, era tan distinto, Bastian no era ni la quinta parte de lo que fue aluna vez, ahora era un hombre seco, frío y hasta lleno de una energía llena de ira y frustración, algo que muchos de sus empleados no entendía para nada, pero solo había silencio cuando aquel se encontraba su lado, ellos incluso temían por como reaccionaria aquel hombre que una vez les daba seguridad al tenerlo a su lado, todo lo distinto, pues sus empleados rogaban a gritos alejarse de aquel lo más pronto posible

Bastian no mostraba ya indicios e aquel hermoso y amable hombre que fue una vez, ya había luz en sus ojos, hasta aquellos ojos verdes llenos de brillo era