EMMA QUEEN
Lo peor de despertarse luego de una ruptura o luego de que te enteraras que lo que sientes no es correspondido, es que de ambas formas te levantas con un vacío en el pecho luego de soñar con esa persona.
No hay explicación, te duele, lo extrañas y desearías que todo fuera diferente. En el sueño te dan lo que tú quieres tener, lo que deseas. Lo ves, está ahí, sonriéndote como si fuese un hermoso presente. Un presente en el cual quieres vivir, aunque fuera todo más complicado porque aparecen terceros que te arrebatan los sueños que tenías con esa persona.Y lo peor de todo es que está ahí, como si nada y no tienes nada que perder porque esa persona, en aquel sueño, te ama, siente cosas por ti. Puedes verle el rostro, deseas besarlo y abrazarlo para no dejarlo ir.Pero todo es un sueño. Te despiertas, sobCAPÍTULO 29Elizabeth logra abrir la puerta de la habitación en la que está cerrada Emma con aquel tal Benjamín. Ha recibido su mensaje y al principio no le había creído ya que aquella historia parecía estar sacada de una telenovela: “Me quedé encerrada con el chico guapo que ahora resulta ser mí niñero”Pero lo que para Elizabeth podría ser una oportunidad en la que su amiga se vea liada con aquel hombre con tal de que se olvidé de Ashton, pareció verdaderamente una pesadilla porque aquel sujeto salió disparado apenas pudo escapar de la habitación. Elizabeth se quedó muda y miro a Emma para que le explique qué ocurrió
CAPÍTULO 30EMMA QUEENEstar en el baño con Benjamín podía resultar ser algo chocante e incensario, porque me caía mal de entrada. Era insoportable, egocéntrico y tenía la clara impresión de que poseía esa necesidad por hacerse notar constantemente.Pero ahora estaba ante la presencia de un hombre agotado y con rostro cansado que solo tenía la necesidad de advertirme lo que podía llegar a pasar.Cassy no es de su sangre, así que tenía la impresión de que él y ella podrían haber tenido algo en el pasado. No tenía ganas de preguntarse lo, para mí era algo obvio.—¿No deberías haberte ido ya?—me pregunta, no en tono acusador sino simplemente por preguntar.Echo atrás la cabeza contra la puerta y cierro los ojos.—No quiero estar allá afuera.—Es tu fiesta.
CAPÍTULO 31.EMMA QUEEN«Tienes la maleta lista y todo preparado para volver al palacio, pero las ganas se quedaron hace ya una semana atrás cuando Ashton y tú vivían en ese prometedor felices por siempre» pensó Emma con un dolor profundo en su pecho.Mientras el personal de limpieza contratado por Eliot Slinder se ocupada de dejar todo como si nada hubiera pasado en casa de los Queen, Emma bajaba las escaleras junto a Elizabeth y su futuro marido.Listos para partir, Emma miro con nostalgia su intento de dulce hogar que ahora estaría en manos de aquel sujeto extraño familiar de los Benjamín.Ya todos se habían ido y solo quedaba mugre.—Quizas cuando regreses te enamores de alguien más y puedas regresar —la apoya Eliot, dándole un apretón en el hombro.Lo doloroso de la realidad, es que solo podría regresar a su casa y e
CAPÍTULO 32EMMA QUEEN.No pretendía ser dura, desconsiderada y resentida. Fui honesta, sincera y eso no me lo iba a quitar nadie. Fui franca, porque necesitaba hacerlo y supongo que algo de humana tengo porque me sentí culpable cuando Cassy se levantó de la mesa, con los ojos vidriosos y con una débil sonrisa se marchó antes de romper en llanto allí mismo.Elizabeth y yo nos quedamos en un silencio necesario, en donde las palabras no eran necesarias porque lo que acabamos de vivir, era una situación incómoda e innecesaria.
CAPÍTULO 33.—El ultimo baile se acerca. Solo quedan dos semanas para que se termine la época de buscar matrimonio y cada quien volverá a su hogar. Claro, volverán a sus hogares, pero deberán volver al año siguiente si no han conseguido esposos ni esposas para ver si tienen suerte—nos informa Michelle.Nos ha convocado a todos a una especie de reunión informal en medio del jardín y todos nos estamos congelando. Mi aliento se vuelve humo cada vez que respiro. El día está muy nublado, con nubes grises y creo que por lo gordas que son, romperán en lluvia en cualquier momento. Incluso me genera impresión y algo de miedo ver como los árboles se agitan con fuerza.—No se sientan deprimidos o presionados si en estas dos semanas no logran casarse —continúa hablando —. El primer año es el más difícil, ya que aún no ha
CAPÍTULO 34CASSY BENJAMIN.Luego de gemir en voz alta tras llegar al orgasmo, Cassy se desploma al lado de su apasionado hombre. No le cabe el aire en los pulmones, mira al techo, extasiada y con sus piernas temblando aún más fuertes. Sus desnudes prevalece cálida por la luz del velador de la mesa de noche que hace contraste. Sus rulos rojos son arbustos contra sus almohadas blancas.Su pecho sube y baja, agitada. Le sonríe al hombre que tiene al lado, satisfecha. Eleva su mano y le acaricia el cabello. Él cierra los ojos disfrutando de su contacto que parece querer adormecerlo.Cassy lo contempla, admirando su belleza. Su piel oscura y fuertes músculos hacen que sus partes íntimas entre en calor.—Si Ashton se entera de lo nuestro nos va a matar, Cassy—le dice Chase, uno de los tantos postulantes con los que andaba ella a escondidas.Cassy apoya su mentón sobre su f
Capítulo 35Elizabeth es la reina de la fiesta sorpresa que le acaban de hacer sus amigas. Magenta es primera en recibirla y fundirse en un abrazo con ella. Ambas se tiene y vuelven a abrazarse. No puede creer que toda la habitación este decorada con penes, vaginas y otras mierdas. Hay demasiadas chicas y varios strippers dando vueltas mientras bailan. Algunas dejan varios billetes sobre sus slips.Emma ve la situación y espera a que Elizabeth la vea, pero la joven está demasiado ocupada recibiendo regalos de extrañas que están allí por la exclusividad de la fiesta. Muchas de las presentes utilizan
CAPÍTULO 36.EMMA QUEEN.Cuando me desperté estaba sola. No tenía nadie. Como un sueño que se evapora apenas te despiertas y no entiendes nada. Confundes la realidad con lo que acaba de proyectar tu mente. Así fue cómo me sentí cuando vi que Ashton no estaba en la cama. Mis sabanas aún tenían impregnado su perfume y el calor de estas se iban enfriando poco a poco, delatando su presencia en mi habitación. Doloroso y marchito se sintió mi corazón cuando me senté en el colchón y vi como aún la almohada que le había dejado horas antes para que durmiera mejor, seguía arrugada y hundida por el peso de su cabeza.Incluso encontré un mechón suyo. Lo tomé entre mis dedos y solté un sonoro suspiro. Miré la luz del día brillar, calarse por mis cortinas, metiéndose sobre la tela cara de aquel palacio. Volví