CAPÍTULO 14.

ELIZABETH WATTSON.

Eliot duerme boca abajo. La espalda desnuda logra deslizar las sábanas blancas, pero no logran del todo cubrirla por lo enorme que es. Su rostro contra la almohada, sus labios ligeramente separados, babea en aquel sueño profundo.

Elizabeth mira la lluvia caer. La bata de seda es una preciosa sensación en su piel, la cual posee flores chinas en un fondo negro. Le da un sorbo a su té de varias hiervas, sintiendo que tiene todo bajo control. Es la primera mañana después de muchos años que siente calma. Una calma reconfortante.

Elizabeth estuvo enamorado de Eliot desde que lo conoció. Bueno, en realidad desde que pasó por la edad de los doce años y todo le generaba curiosidad. Ella sabía que tarde o temprano Eliot heredaría la fortuna de su abuelo junto a su marca de cerveza.

Eli sabía que el amor en The Sun rara vez suced&i