Un absoluto caos, nervios y rabia invaden el lugar que para Aarón, era su refugio por ser su casa, además de la base militar a la que casi no acude por estar pendiente de la situación de su primo, el dúplex era un lugar seguro para él pero ya no puede ser así, no después de lo que se está viendo, el conserje del edificio es el primero en vomitar diciendo que nadie más puede ver esto y es verdad. —me voy a encargar y no quiero una palabra de esto a nadie— da la orden— ¿Quedó claro?—¡Sí señor!. —¿Cielo?— mira el capitán a la pelinegra que está perpleja, no se mueve, de sus ojos solo caen en lágrimas al sentir el miedo que Zamir quería ocasionar y lo ha logrado. —Ella era aún más joven que yo, la vi un par de veces, siempre decía que su cabello era como el mio— tiembla la mujer y no es para menos —lo voy a arreglar te lo prometo— la consuela mientras su único hombre de seguridad se encarga de llevarse el cuerpo escuchando que Cielo súplica porque le den una buena sepultura.—¡No me
Cielo siente pánico, ese temor tan fuerte de pensar que Zamir puede ingresar por la puerta de su habitación y hacerle daño, la tiene con los nervios a flor de piel.Todo su pequeño cuerpo tiembla, y su corazón está acelerado, ver semejante crueldad, una pobre chica tan inocente que tan solo quería salir viva de ese lugar, y termino en una cruel tragedia, en las garras de Zamir, un hombre con un corazón negro y frío. Sin embargo, Aarón llega a su despacho, y rápidamente ingresa la clave en su caja fuerte. Al obtener lo que quería, lo cual son unas fotos de cabezas importantes que rodean a Zamir, hace una llamada telefónica a su mejor amigo Daniel, sabe que cuenta con su hermano Alexander, pero en este caso, Daniel tiene mucha influencia hasta con la prensa, por lo tanto, es perfecto.—Black, que bueno que llamas, las cosas se están complicando, el general no quiere más chicas muertas—¡Zamir es un maldito! Es una rata de alcantarilla, ¿Dónde estás?— pregunta guardando las fotos impor
Ansiedad, eso es lo que siente Cielo, ganas de comerse las uñas porque lo que tiene en mente la llena de nervios, pero la mirada que le dió ayer el capitán, la dejó con esa incógnita, por lo tanto, quiere tener una conversación seria con él y así aclarar muchas cosas. Aún así, quiere dejar su miedo, su trauma, después de todo, se puso a pensar, que si no fuera por Aarón, ella estaría en el lugar de la chica que envió Zamir, descuartizada dándole el gusto a él. Sabe que fue dura con Black y quiere remediar la situación sabiendo lo difícil que es su esposo pero lo quiere intentar.Cielo se dispone a preparar el almuerzo, quiere ser muy detallista a la hora de cocinar y utilizar unas de las recetas que están en el libreto. La mañana para ella pasa rápida, trato de no pensar nada malo, aunque le preocupaba que Aarón no llegará, sin embargo, continúa cocinando con mucho cariño.Al terminar, se va a su habitación, se da un buen baño y luego se coloca uno de los vestidos que le regaló Bonni
—por favor... Siento que me quemo— Cielo arquea su espalda, dejándose llevar por la caricia de su esposo, el cual a la perfección divaga sus dedos en aquella humedad, aquel manjar que solo él podrá disfrutarAarón no lo pudo evitar, ver a Cielo la mirada con la perversa, y sus labios entreabiertos, hizo que la besara ingresando su lengua en ella a la perfección, pero el capitán se está resistiendo, no quiere ser tan bestia, pero lastimosamente sus deseos profundos lo hace romper el vestido de Cielo en dos partes y tan solo pero tan solo desea que nadie interrumpa porque si es así no piensa abrirle a nadie, no quiere arruinar el momento.—¡Mírame!— le ordena, y Cielo se sonroja —no dejes de mirarme ¿Entendido?— la ordena y ella asienta con la cabeza y pasa saliva, cuando de repente siente que Aarón ingresa un dedo y lo mueve lentamente—¡Ahhh... Mmmm!— gime Cielo, sintiendo una corriente en su cuerpo, un placer divino que la hace subir al CieloMientras que Black, lleva su boca a los
—¿Estás segura que es lo que quieres?— la intimidad de Aaron despierta aún más de tal forma que Cielo abre los ojos viendo la grandeza de su esposo—sí— responde con timidez —quizá... puedas pensar que estoy siendo muy directa, me cuesta hacerlo, pero quiero vivir, te dije que quería sentir algún día todo lo que ese día escuché y yo— la interrumpe Aarón sacándola del agua en sus brazos y devorando sus labios ante el pequeño susto de Cielo por la sorpresa—no compares, no será como ese día, sera jodidamente mejor— la vuelve a besar con tantas ganas que ella se sostiene de sus hombros mojada en más de una manera sintiendo como sus manos soban sus muslos quemando su piel—¿Puede ser mejor?— la pregunta de Cielo es inocente a pesar de todo descargando el morbo del capitán que sonríe arrogante para ponerla en la cama de el—no lo dudes— es lo único que dice el inglés besando a Cielo con pasión desmedida, haciendo que la boca de ella se abra ante su urgencia haciendo todo más profundo—¡Ay.
—¡Lo sabía! sabía que de una u otra forma ese maldito infeliz no iba a quedarse de brazos cruzados, siempre los he odiado— confiesa Zamir algo perdido en sus pensamientos y al lado de la persona que le enseña el cuerpo de su fiel hombre conocido como Duque—señor, nosotros somos una mafia, parte de su familia también, aunque ellos solo se encargan del tráfico de armas, sin embargo, la manera en la que se han ensañado con el Duque es algo que pocas veces he visto— habla uno de los tantos cómplices de Zamir. —¿Que vamos a hacer?El miedo es palpable en el hombre que viene al poder después de Duque, un poder que Zamir ha dado y manejado a espaldas de su familia y que ahora se ve a poco de desmoronarse por las acciones del capitán, Duque está muerto, asesinado de una manera cruel y sanguinaria, luchando hasta el final por no haber delatado a su jefe haciendo que lo poco que Zamir pueda lamentar ahora, lo haga porque increíblemente ese hombre cruel al que le falta un brazo y la lengua tien
—¡Oh por Dios!, me duele todo— habla Cielo para sus adentros intentando caminar como siempre, pero se desespera al sentir el dolor en sus caderas y en diferentes partes de su delicado cuerpo —¿Qué hice?— se pregunta a sí misma en la soledad de su habitación porque su esposo no está. Su reflejo en el espejo no es algo que esperaba, sin embargo, tampoco le molesta, pero si le sorprende, las muchas veces que vió a alguna que otra joven en el burdel donde la tenían encerrada, varias de ellas tenían las mismas marcas que ahora ella tiene, pero su expresión no era de felicidad como es la de Cielo, después de una ducha, la sensación de ardor en la entrepierna la acompaña al igual que la vergüenza de ver que se puede poner para no dejar a la vista las marcas que tiene en el cuello y los pechos, mirar a Aarón después de lo que pasó entre ellos es un poco complicado para la inocente chica, pero el hambre y la curiosidad de saber que hace el capitán le gana, así que llega a la cocina silenciosa
Come sin ánimos, todo lo que le ha dicho Aarón la dejo pensativa, sabe que él es determinante en sus decisiones, pero teme que realmente todo lo bonito que está sintiendo a su lado se acabe sabiendo que puede obtener más de ese reservado capitán.Black, la mira silenciosamente sabiendo que su tono de voz fue un poco demandante, después de todo lo que pasó entre ambos, sabe que ella se merece más gentileza.—debes alimentarte bien, tanto ejercicio hace adelgazar y me gusta así como estas— lanza palabras llenas de picardía que la hizo sentir nerviosa y que el tenedor se le callera al suelo —tranquila, lo voy a recoger —no, yo lo hago— se agacha al mismo tiempo que Aarón y eso hace que ambos tomen el tenedor al mismo tiempo sintiendo un hormigueo en sus manos, esas ansias de sentir más que un toque de manos Pero Black es tan demandante, la agarra y la trae hacia él volviendo el ambiente tenso. —¿Estás molesto conmigo— Cielo hace pucheros de manera inconsciente, literalmente teniend