La familia Ferreira después del duro golpe recibido hacia sus dos jóvenes promesas, estaban paso a paso en la recuperación

Andrés estaba ya yendo a terapia, el chico por fin pudo sacar de su interior lo mucho que lo entristecía haber perdido a sus padres siendo tan pequeño y la mucha falta que le hacían, pero lo que más le estaba costando es dejar ir el odio y resentimiento hacia esos compañeros que lo hirieron sin importarles que el jamás les había hecho daño

Una tarde nublada, una hermosa chica de bellos ojos miel, había llegado al centro comercial, ella no se había dado cuenta que era observada, una mirada verde estaba fija en ella

— Veo que te gusta mucho venir a la tienda de cosméticos — preguntó el heredero Ferreira

— ¡Drago, por dios, que susto me diste! ¿qué haces aquí? ¿cómo sigue tu tobillo? — Aithana sostenía su bolso con los nervios de una chica enamorada

— Vine por unas cosas personales que necesitaba, ¿quieres venir a tomar un helado? — por fin el joven la invitó a una c