Angeles se quedó dormida, la pobre mujer había ya pasado por mucho, ni el ruido del exterior o interior la despertaban — ¿Qué pretendes, Eliot? no puedes obligar a Ángeles, a qué se case contigo, estás pasando por encima de sus derechos y de su opinión, me rehúso a ser cómplice de algo así — ¿Y tú por qué estás tan interesado en lo que sucede con la madre de mi hijo? ¿qué pasa, Stéfano? ¿es qué Ángeles, te interesa como mujer? — ¿Pero que carajos te pasa, Eliot? ¡yo solo la aprecio mucho, trabajamos juntos y sé que es una gran persona, una buena mujer, ella no se merece todo esto que le ha pasado! y si, me parece muy atractiva, pero ella se enamoró de tí, no de mí — Discúlpame, es que no sé que me pasa al verte tan cerca de ella, y todavía más por qué Ángeles preferiría mil veces que el niño fuera tuyo y no mío, y de deso solo yo tengo la culpa, no ví la oportunidad que tenía de ser feliz en el momento que la tenía frente a mí — Así es, solo tu eres el culpable, pero
Drago, se levantó y fue a hacerle el biberón a su hijo, preparó la fórmula, checó que estuviera tibia y lo cargó para alimentarlo, pero sorpresa que se llevó, el nene, rechazaba, no quería el tetero, Aithana no le había dado de comer de su seno más el astuto niño, quería no se conformaba con él biberón — Dallán, ¿qué te sucede? por lo menos prueba la leche, te había gustado hasta ahora, ¿por qué no la quieres más? — el CEO, trataba de que comiera pero el niño se seguía negando — Cariño, dámelo, creo saber que es lo que quiere — Al hombre no le quedó más remedio, se lo dió a su mujer para ver si con ella si quería comer Aithana, se destapó los senos y puso al bebé a que comiera, el niño comenzó a mamar del pezón, apenas así de calló y se quedó quieto — Pero que astuto es ese niño, ¿cómo es que sabía que había algo más, el padre se le quedaba viendo como tenía los ojitos verdes abiertos y como movía la manita, a él parecía gustarle mucho la leche de su madre — Eres un cons
La palida Ángeles, no conocía al padre de Eliot, era una gran sorpresa verlo ahí, esperaba que no se molestara por qué dió a luz a uno de los suyos — ¡Ya estás aquí, papá! ven, quiero presentarte a Ángeles, ella acaba de dar a luz a... mi hijo — Mucho gusto, señor Bouner — !¿Qué..?! ¿tú hijo, dices? nada me hagas esas bromas Eliot, ¿cómo puede ser ese bebé tu hijo si ni siquiera te has casado? ¿mejor dime para que me llamaste? dijiste que tenías una sorpresa para mí — ¡Está es la sorpresa, papá, que tienes un nieto recién nacido, ven a conocerlo, se llama Ángel! — ¿Cómo? a ver, déjame verlo — el CEO, caminó despacio hacía Eliot, quien descubrió al bebé, dejando que su abuelo lo apreciara, el niño había despertado por qué ya casi era su hora de comida — ¿Es muy bello, verdad? — !Hay por dios, tiene tus ojos, tus facciones, y el cabello pelirrojo de su madre, parece un muñequito! déjame cargarlo, es verdad que tienes un hijo, ¿por qué no me habías dicho que estabas e
— Caballeros, se me acaba de presentar una emergencia, agendamos esta junta para otra ocasión, véanlo con mi asistente, se quedan en su casa — Dicho esto, el CEO, tomó su saco y salió de la sala de juntas apresurado — ¡Espera, yo manejo, no puedes manejar tú así! — ¡Ya va a nacer, mi hijo ya va a nacer, por fin ha llegado el día! En la sala de juntas, los socios de habían quedado viendo unos a otros, nunca habían presenciado algo así de los CEOS Black — Nos dejó aquí.... — Oh, vamos, Valencia, su bebé está por nacer, eso lo justifica todo, él como su padre debe estar ahí para recibirlo, vamos a un buen restaurante a celebrar por el nacimiento del futuro heredero Black — Dijo el empresario Venezolano, de muy buen humor, los demás lo siguieron, hasta el del carácter más difícil Al llegar a la lujosa mansión Black, Dariana, ya se había cambiado de ropa, tenía laaleta del bebé lista, los dolores le estaban comenzando a arreciar El entrajado CEO, entró buscando a su es
El padre fue sacado de la sala, había que atender a la madre y al niño, Alessandro, les echó un último vistazo y salió no sin antes darle un suave beso a su mujer En la sala de espera, la familia Ferreira, ya se encontraba ahí, pero también la familia Black, en el lugar no cabía nadie más, todos habían venido a estar en el nacimiento del futuro heredero de la incaculablemente y millonaria familia, Black — Di Monti, era un evento muy especial e importante para todos ahí — Alessandro, ¿ya nació el bebé? — Alexander, se acercó a su hijo Los importantes y apuestos hombres, llamaban la atención de todo el personal y familiares de los demás pacientes — ¿Cómo está mi hija, Alessandro? ¿ya dió a luz al bebé? — El CEO Ferreira, se acercó a preguntar apenas lo vió salir — El bebé ya nació, pero me echaron de la sala, dijeron que los atenderían y después los llevarían al pido que tengo rentado para ellos — el tercer piso estaba siendo desalojado de pacientes, nadie podía quedar ah
El CEO Ferreira, le había regresado la cortesía a su consuegro, Alexander Black, era muy conocido por su extrema posesividad sobre el apuesto inglés Joan, lo amaba con toda su oscura alma, solo por él su corazón latía desbocado cada vez que le hacía el amor — Alessandro, déjame cargar al bebé, es tan hermoso, no imaginé que fueras a tener un bebé, tan jóven, pero será genial cuando crezca y parezcan hermanos — Señor Black, ya hemos llevado a su esposa a la habitación que indicó, ella lo espera allí — Señores, iré a ver a mi esposa, pueden ir a la cafetería mientras tanto, hay de todo para degustar, me llevaré un momento al bebé — El padre llevaba a su hijo en brazos, él hacía ruiditos muy tiernos —¿En dónde estabas? ¿cómo está él bebé? acercalo conmigo, cariño — pidió Dariana, apenas los vió venir — Aquí está, mira, está despierto, pareciera que supiera que toda la familia lo vendría a conocer, todos los Black, están aquí, mis dos padres, mi madre, mis abuelos y los bisa
En la mansión Bouner, Eliot cargaba a su bebé, el niño había estado inquieto todo el día, ni Ángeles, ni su abuelo lo habían podido hacer que durmiera como habitualmente lo hacía — ¿Qué te pasa, bebé? ¿por qué no quieres dormir? me están dando la queja de que no te quieres quedar en tu moises — el CEO, lo arrullaba en sjs brazos, el niño apenas olió a su padre y lo escuchó, se durmió — Miren a ese diablillo, lo que quería era que Eliot, lo durmiera, a este paso te lo tendrás que llevar a la oficina a trabajar — Eliot, la señora del departamento me llamó, le extrañó que no haya regresado, creo que es hora de que nos vayamos a casa — la madre, aclaraba la situación de ella y el bebé — Están en casa, ¿creés que ahora que los he encontrado voy a dejarlos ir? — Eres un excelente padre, puedes pasar a ver a Angel, cuando quieras, pero no tienes por qué incluirme en el paquete, yo soy punto y aparte — Ángeles, a pesar de que habia visto muchos intentos de Eliot, por acercarse al
Los meses habían pasado con los padres cuidando de sus bebés, ahora los niños tenían alrededor de seis meses, eran hermosos y sin duda la adoración de sus padres El pequeño Dallán, se había apegado a Drago, todo quería tomar y probarlo, le había dado tremendos berrinches a sus padres cuando le quitaron la leche materna, ya que después de esa edad ya no le beneficiaba tanto como de recién nacido, ahora ya tomaba el biberón sin renegar su habitación estaba llena de juguetes didácticos, era por supuesto un niño muy inteligente al igual que su padre Ángel, en cambio, era un niño muy tranquilo, se entretenía en su sillita mientras jugaba con muñecos de peluche, siempre lo podías ver con su chupón en la boca, el niño era de muy buen comer, Ángeles, estaba dedicada completamente a él, Eliot, lo prefería así, apenas de esa forma se iba a trabajar sin ningún pendiente sabiendo que su hijo estaba en las mejores manos El señor Bouner, ya no se devolvió a Inglaterra, se dedicaba cada d