Fuí yo, yo lo prohibí

El doctor se dispuso primero a cambiar el nombre de la persona que se haría cargo de la cuenta de la clínica, a partir de ese día, Drago, se haría cargo de todo lo que Aithana necesitara, como hombre era lo menos que podía hacer

El heredero, que aún vestía en un elegante, fino y costoso traje, salió a hablar con su familia, el CEO Ballesteros, lo vió venir y de inmediato se acercó a él

— ¿Viste a Aithana? ¿Cómo está ella? soy su padre, quiero saber

— Ella está... todavía en mucho peligro, despertó mientras le hablaba, está asustada porque los médicos no le auguran vivir a nuestro hijo, lloró mucho por esa razón, resulta que cuando la trajeron aquí la primera vez, fué que le confirmaron el embarazo, ¿por qué no me lo dijo? no lo sé, lo que si me contó, es que pensaba terminar su inexistente noviazgo con Eliot, ella no se esperaba la pedida de mano del CEO ingles, agradeció la intervención de su padre

— Quiero verla, tenemos muchas cosas que hablar, ¿cómo fué que sucedió todo
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