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— Gabriela, ¡espera!
— Por el amor de Dios, ¿nunca te rindes? — pregunta con furia, lanzándome una mirada asesina por encima del hombro sin perder un solo paso rápido.
— Tengo un mejor amigo que está decidido a convertirse en jefe, otro amigo que está decidido a matar a todos los miembros restantes de su familia y un novio que no sabe cómo renunciar a su porno. Tiendo a tomar esa actitud de no rendirme.
Gabriela se detiene bruscamente, se da vuelta rápidamente y me mira directamente a los ojos.
— Escucha, entiendo lo que estás tratando de hacer y por qué lo estás haciendo, pero realmente, estoy de acuerdo con esto. Damian está bien con esto, así que por favor… ¡mantente fuera!
— Damian... Entonces ese es su nombre.
Los ojos de Gabriela se abren ante su pequeño resbalón.
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Suposición errónea
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Serias una gran madre
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