Parte 2...

Si ella lo había aprendido, él también podría.

Se arregló muy bien, con atención y esmero, proyectando la imagen de una mujer fuerte, lo cual realmente era, pero tendría que recordárselo a los miembros de la junta directiva.

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Anelise sonreía en su interior mientras observaba las cotizaciones de las acciones de su empresa en un canal de economía y veía cómo sus acciones habían sido arriesgadas, pero correctas. Sabía que los accionistas también estarían riendo ahora, viendo cómo más dinero ingresaba a sus cuentas. Eso era lo único que les importaba. Querían a alguien que tomara decisiones para poder disfrutar del éxito o a alguien a quien culpar en caso de fracaso.

Sin embargo, ella estaba atenta a lo que sucedía en ese ámbito, y su idea de seguir expandiéndose no había surgido de la nada; era un proyecto del cual Haroldo le había hablado en varias ocasiones. Su secretaria entró y le trajo la carpeta que le había pedido, además de informarle que los directores y