[IZAN]
Camino lentamente rumbo a la habitación donde esta Giovanna mientras que en mi cabeza doy vueltas a la idea de ¿como ha quedado embarazada? si entre ella y yo no hubo nada desde que me obligaron a regresar con ella. Trato de recordar si tal vez pude haber hecho algo en una noche donde me pasé de copas o si ella pudo tener la macabra idea de drogarme para provocar algo como esto, pero todas esas teorías se desvanecen enseguida. Mi mano ahora esta sobre el picaporte y al abrir la puerta su mirada se cruza con la mía.
—Izan— Trata de adelantarse, pero levanto mi mano en señal de que calle y cierro la puerta detrás de mi para después acercarme a ella.
—Por una puta vez en tu vida se sincera— Es lo único que digo y sus ojos de inmediato se cristalizan.
—¡Todo esto es tu culpa! Tú no me has querido tocar en todos estos meses y así como los hom
[IZAN]Mateo estaciona el auto frente a lo que pareciera ser un galpón abandonado y una vez que apaga el coche, baja de este y rápidamente yo hago lo mismo —¿Dónde estamos? — Pregunto bastante confundido.—Ven, no hagas tantas preguntas— Me indica y sigue caminando hasta que abre el inmenso portón que hay frente a nosotros y entramos.El lugar es oscuro, a primera vista pareciera estar completamente vacío, pero de repente nos encontramos con una especie de pared falsa donde hay una puerta que él abre con llave y al cruzarla, me siento dentro de una película de esas donde se muestran las oficinas secretas del FBI o de la CIA, y es que de hecho estoy dentro de una oficina de la CIA donde hay decenas de monitores, computadoras, y gente trabajando —Guau— Es lo único que consigo decir y es que a pesar de todo el caos interno que siento por lo de Giovanna, esto es muy di
[IZAN]Al día siguienteSon apenas las seis de la mañana cuando me encuentro frente a la puerta de la casa de mi supuesto suegro con mi teatro de hombre despechado que se fue a un bar a ahogar sus penas. No tengo idea si Giovanna le ha contado la verdad o no, pero por si acaso necesito mi cuartada. Toco el timbre y a los pocos minutos es la ama de llaves quien me abre y me deja pasar.—El señor Lorenzo estará con usted en un momento— Me indica y yo tan solo asiento mientas me siento en uno de los sofás que hay en este enorme salón.Miro a mi alrededor y a cada minuto que pasa más asco me da saber de la manera que se ha pagado todos estos lujos. No comprendo como pueden ser así… Pienso en que mi padre quiere convertirme es uno más de ellos y me dan ganas de llorar, ¿Cómo es que un padre puede querer esto para su hijo? Yo pienso en mi hija y pienso en que quiero
[IZAN]Disimular todo el día con Giovanna ha sido una tortura, lo único que quería hacer era reclamarle que prácticamente me obligara a volver con ella para después enredarse con mi hermano, pero soy consciente de que no lo puedo arruinar todo cuando estoy tan cerca de terminar con toda esta porquería. Miro el reloj mientras termino de vestirme y respiro profundo 《Tú puedes, piensa en tu hija y en Mía》Me aliento y muevo mi cabeza de un lado a otro como intentando relajar mis músculos, pero es prácticamente imposible, el estrés es demasiado.Busco la pistola que me ha dado Lorenzo y la engancho en mi pantalón tal y como él me lo ha enseñado, pero solo para disimular, realmente no pretendo usarla —¿Ya te vas? — Me interrumpe su voz y al levantar mi mirada, la veo entrando a la habitación.—Si— Respondo fríamente y comienzo
[IZAN]Ver la cara de las mujeres mientras se suben al vehículo que las llevara a su destino, me rompe el corazón. Cada una de ellas sabe la pesadilla que les espera y yo quisiera poder decirles que no se preocupen, que todo ira bien, pero no puedo, no si quiero que todo esto marche como se ha planeado. Una vez que todas ellas están en el vehículo, subo yo también y le hago una seña al chofer para que arranque 《Aquí vamos》 Digo por dentro y ruego al cielo que el plan de Mateo no falle. El vehículo comienza a moverse y yo trato de no mirar a las mujeres para que no se den cuenta de lo que esta por ocurrir, y es que no hay lugar para el fracaso esta noche.[…]Poco a poco fui cumpliendo con la supuesta entrega de cada una de las mujeres, aunque en realidad sé que apenas bajaban del vehículo, ya había un operativo armado para hacer que cada uno de los involucrados en cada prost&iacu
[MÍA]Siento que me tiembla todo el cuerpo a medida que recorro los pasillos de esta clínica privada, y por más que me hayan dicho que aquí trabajan los mejores doctores de la ciudad y de que Izan estará bien, nada parece suficiente. Tengo miedo de perderlo, le he dicho un sinfín de veces a mi tío de que esto no era un buen plan, de que Izan no era uno de sus agentes, pero él insistió de que era la única manera de terminar con todo lo que hacían su padre y el padre de Giovanna.—Señorita Morelli, por aquí— Escucho la voz de un hombre, y al mirar hacia mi costado izquierdo, allí está uno de los agentes de la CIA.Rápidamente me acerco a él y siento que me falta el aire de tan agitada que estoy —¿Cómo está Izan? — Pregunto desesperada.—Lo están operando para poder extraerle la bala,
[IZAN]Me pesan tanto los ojos, me duele tanto la cabeza… trato de moverme, pero me duele todo —Nene ¿me escuchas? — La oigo decir y con dificultad sonrió —Estamos aquí mi amor… por favor despertarte, te necesito— Continua su voz y es ella quien me esta dando la fuerza de hacer lo que tanto me esta costando.Poco a poco consigo abrir mis ojos y apenas consigo abrir mis ojos, la veo a ella… sus ojos grises me miran llenos de lagrima y su cabello castaño más largo de lo habitual se mueve cuando ella se inclina hacia mi —Belleza mía— Murmuro con dificultad y sonríe ampliamente.—Mi chico malo… estás bien…— Susurra y con la yema de sus dedos acaricia mi rostro haciéndome sentir en el cielo —Tenia tanto miedo de que te pasara algo, te juro que llevo días a tu lado esperando a que te despertaras— Me cuenta
[MÍA]Sin duda alguna este dolor que estoy sintiendo en estos momentos es el más hermoso de todos, siento que todo lo vivido ha merecido la pena, pero me hace falta él. No quiero que nuestra hija nazca sin que Izan este con nosotras —Mia, debes empezar a pujar— Me indica el doctor, pero niego con la cabeza.—¡Necesito a mi esposo! — Exclamo, pero las contracciones son cada vez más fuertes.—La niña no puede esperar, por favor, puja— Informa y mi llanto ya no sé si es por el dolor o porque él no esta aquí.Me da rabia que toda nuestra vida haya sido manejada al antojo de nuestras familias y de por quienes somos, y que incluso nos hayan hecho perder de este momento juntos. Todo eso pasa por mi cabeza en medio del dolor, cuando de repente siento una mano sujetando la mía —Aquí estoy belleza mía, no te iba a dejar sola— Escucho su
[IZAN]2 días despuésEl piso de este hospital esta completamente custodiado por la gente Mateo y el único que ha podido entrar y solo después de haber pasado por una inspección exhaustiva ha sido el padre de Mia. Es claro que no está feliz que este con un tipo como yo quien cuenta con un árbol genealógico lleno de mafiosos que han puesto en peligro la vida de su hija, pero él no se queda atrás. La obligo a mantener una relación con un tipo que por poco la mata y todo por unos negocios.—Tienes diez minutos Federico— Le informa Mateo antes de salir de la habitación donde nos encontramos Mia, nuestra hija, y yo, y si, la gente del hospital ha hecho una excepción y han puesto mi cama al lado de la de Mia para que me termine de recuperar aquí.—Es mi hija, no te olvides— Le reclama molesto.—Una que vendiste por