—Si —dijo Ronin.—¡No puede ser! —Exclama Elena.—Recordaste algo —añadió Ronin.—No, acabo de recordar que mencionaste una carta que dijo Iku. ¿Dónde está? —dijo Elena.—Bueno, estaba pensando en no mostrartela—dijo Ronin.—Quiero que me muestre esa carta que dejo Iku para mí, sea buena o mala lo que allí dice —dijo Elena molesta.—Toma —dijo Ronin abriendo la segunda parte de la caja y retirándose para que ella tenga privacidad.Elena abrió la segunda parte de la caja que estaba dividida y desdoblo el papel para leerla.Querida María,Espero que esta carta encuentre un rincón en tu corazón, un espacio donde puedas comprender y sentir el torbellino de emociones que me embargan en este momento. Cada palabra que fluye de mi pluma está teñida de dolor y amargura, pero siento que es necesario expresar lo que siento, aunque sea a través de estas líneas.Cuando nos conocimos, mi mundo cambió por completo. Tu llegada trajo consigo una luz que iluminó cada rincón oscuro de mi vida. Me encont
Luego de recibir la segunda carta de Iku, Elena se encuentra en un estado de profunda reflexión. Las palabras de Iku han tocado fibras sensibles en su interior y la han hecho cuestionar sus propias acciones y percepciones. Siente una mezcla de emociones: tristeza por la relación que se ha deteriorado, enojo consigo misma por haber dejado que las cosas llegaran tan lejos y una cierta chispa de esperanza por la posibilidad de encontrar un entendimiento.Después de leer detenidamente las palabras de Iku, Elena se sienta en un rincón tranquilo de su habitación. Lleva sus manos al corazón, cerrando los ojos mientras busca conectarse con sus propios sentimientos. Lee el diario donde describe de los momentos felices compartidos con Iku pasa que su mente no lo recuerda, solo lee nuevamente en su diario los paseos, las risas que se relatan, las conversaciones profundas. A medida que lee más de esos momentos, las lágrimas comienzan a brotar lentamente, revelando la verdadera profundidad de su a
—Si —dijo Carlos.—Ni se te ocurra decir donde estamos —dice Taiki.—No, lastima, porque ella me gustaba mucho —añadió Carlos.—Necesito procesar esto —agrego Elena.En eso tocaron la puerta, Elena Taiki y Carlos se acercaron a la puerta, Elena extendió la mano para abrir.—¿Señorita Elena? —Pregunto el hombre elegante.—No —dice Elena.—¿Qué quiere? —Pregunto Taiki.—Estas rosas son para la señorita Elena, ¿Alguno de ustedes puede recibirlo? —Pregunto él hombre.—Si —respondieron los tres.—Tome —dijo el hombre extendiendo la mano mientras Elena recibe las flores.La puerta fue cerrada por Carlos.—¿Quién demonios me manda flores? —Pregunto Elena.—Algún admirador secreto de tus clases de diseño —dijo Taiki.—Ahora leerle —dijo Elena.Querida Elena: Quiero decirte que tienes una hermosa sonrisa, tus ojos hermosos, son como el arcoíris del cielo, guapa, elegante e inteligente, espero que me des la oportunidad de conquistar tu corazón y podemos casarnos.Atentamente Elías.—Todos se qu
Todo paso tan rápido que en vez de ir a sus clases de diseño se fue directo a su mansión.Abrió la puerta y único que quería era desaparecer, no tuvo el valor de decirle a ese hombre que se quitara la máscara para saber quién es.—¿Por qué tan exaltada?, lista para dentro tres meses mira que el jefe de empresas está muy interesado en ti, le platiqué de ti, hice un curriculum que en este caso no es falso, porque te voy a enseñar todo lo que puse, asi que manos a la obra. ¿Por qué no estas en clases de diseño? —Pregunto Ronin.—Me encontré al enmascarado, misterioso, no se si sea el mismo del aeropuerto el que se subió al avión con nosotros y que nos terminamos estrellando, ese hombre es mi vida, es tentador, y me gusta mucho, su voz es bella, me parece familiar, su perfume
Destinos EntrelazadosElena caminaba por las empedradas calles de la antigua ciudad de Italia sus pasos resonando en la quietud de la noche. La luna arrojaba una luz tenue que bañaba los edificios con un tono plateado, creando sombras danzantes que parecían susurrar antiguos secretos. Sus pensamientos estaban atrapados en un torbellino de emociones mientras el viento frío acariciaba su rostro.Aunque el reloj de la torre de la iglesia marcaba la noche, Elena no podía evitar mirar furtivamente a cada sombra que se cruzaba en su camino. Su corazón latía con fuerza en su pecho, como si una presencia invisible la estuviera observando. El hombre enmascarado, aquel que había entrado en su vida como un torbellino y desaparecido igual de rápido, seguía atormentándola incluso en su ausencia.Elena soñaba mucho con el enmascarado misterioso, soñ&oa
Mientras exploraban la cámara secreta, Elena descubrió pistas y piezas del rompecabezas que le habían mantenido separada de él durante tanto tiempo. Eso le hizo pensar la razón exacta por la que él nunca la busco, o porque desaparecia tan rápido.—Tu salvaste mi vida. ¿Quiero saber cómo te llamas? —Agrego con voz dulce.—Lorenzo Morales tu sombra fiel —dijo agarrando la mano de Elena.—Tengo ganas de que me beses y me tires a la pared, pero antes quiero ver tu rostro, y quiero saber si tú eres el jefe con el que Ronin hablo —dice.—Si, soy el mismo, me gustas tanto que quiero conocerte —dijo Lorenzo quitándose la máscara.—Ok, menos platica y más acción, necesito tu cuerpo en mí, no em aguanto las ganas, quiero tu piel cerca a la mía, te he buscado mar y tierra, soñado contigo, y me estas volviendo loca —dijo Elena montándose en los brazos de Lorenzo el hombre misterioso enmascarado.—Aquí no, mejor cerca del lago —dice él agarrándola de la mano y enseñando el camino.Las emociones ha
Los ojos de elena se abrieron de aflicción al ver que Ronin estaba con un joven a la par, Elena salió corriendo a la habitación y abrió la caja y vio las fotos ya que había olvidado la cara de Julio y de Iku, las volvió a ver y se dio cuenta que no eran ellos.—¿Pensé que ibas a venir más noche? —Pregunto Ronin.—No, es solo que quería poner en orden mis pensamientos, pensé que ese joven era Iku o Julio.—Solo es un amigo, estamos haciendo un trabajo. ¿Disfrutaste con tus amigas? —Pregunto Ronin.—Si —dice Elena un poco nerviosa.—Bueno te dejo descansar —dijo Ronin.—Buenas noches —añadió Elena.Ronin se retiró de la habitación.Carlos se acercó a la habitación.—Hola hermana, Elena —susurro Carlos.—¿Qué sucede? —Pregunta.—Encontré un video de Iku —agrego Carlos.—¡Que! —Exclamó Elena.—Mira —dice Carlos entregando el celular en sus manos.—Reflejos en la Pantalla que me dolerán ver —dice mientras respira hondo.Elena tomó el celular de Carlos con manos temblorosas, su corazón lati
Con un sentido renovado de comprensión, Elena sabía que era hora de perdonar y liberar el peso del pasado, la tendría que buscarlo a él para la reconciliación, aunque él sea un hombre casado, debía saber que ella no tiene nada en contra de él, para que ambos puedan vivir en paz, y seguir sus vidas. La vida estaba llena de oportunidades para crecer, para encontrar su propia felicidad y para explorar los caminos que se extendían ante ella. Con cada paso, recordaría la lección de que el perdón y la aceptación podían ser la clave para sanar y continuar adelante.—Lo tendré que buscar, aunque el nunca sabrá que me llamo Elena, solo sabrá que soy María, mi antiguo nombre, quiero entregarle esa carta, y decirle que le perdono, y que el me otorgue su perdón, para vivir en paz, y asi poder vivir mi vida con alguien más —dice Elena con voz firme.—Lo tenemos que platicar, no vaya a ser que se salga todo de control —dijo Carlos.—¿De que hablan? —dice Taiki interrumpiendo.—Los tres iremos a ped