Felicity asintió y Katherine la ayudó a bajar las escaleras.  Raymond miró detrás de él cuando escuchó pasos, se congeló cuando vio a la hermosa chica de cabello Dorado miel que bajaba las escaleras con Katherine detrás de ella y le tomaba la mano como si estuviera evitando que se cayera.  Sus cejas se arrugaron mientras se preguntaba por qué eso pasaría hasta que notó cómo caminaba la joven. Una fuerza fuerte para reír apareció en su garganta y tuvo que luchar para no reír.

 Morris escuchó el sonido suave casi como una risa sofocante proveniente de su jefe, lo miró por el rabillo del ojo y vio cómo su jefe realmente estaba tratando de no reírse, preguntándose cuál podría ser la razón, miró acercándose a las mujeres e inmediatamente descubrió por qué su jefe estaba tratando de no reírse y él se encontró en la misma situación.

 Katherine les sonrió -bienvenido a mi casa señor, asistente Morris- ayudó a Felicity a sentarse y se sentó a su lado.  Fe