Mercy llegó poco después, ella y Gloria se llevaron bastante bien y Gloria en realidad no se fue como solía hacerlo.  No es como si tuviera algo importante que hacer en su casa, habría estado viviendo en la mansión de Raymond si solo hubiera alguien con quien poder charlar.  Así que consiguiendo uno ahora y alguien tan amigable como Felicity y Mercy, no se atrevía a irse en este momento.

 Las dos mujeres estaban en la cocina preparando el almuerzo cuando Felicity entró con el ceño fruncido, -niñera Mercy, quiero preguntarte algo-

 -¿Qué es mi querida?-  Mercy se volvió para mirarla con una sonrisa.

 -¿Por qué no puedo quedarme en la habitación cuando el pequeño Ray se está vistiendo?-

 Gloria y Mercy se miraron la una a la otra antes de voltear la mirada hacia ella una vez más, -¿Por qué preguntas eso, querida?-

 -Bueno, hoy cuando fui a la habitación del pequeño Ray para llamarlo cuando llegó Morris, él no estaba contento