Pov Samanta

Angie se fue a trabajar y yo me quedé en casa, pero la verdad es que me hace demasiada falta ir a la estética, extraño maquillar, peinar y hacer de todo, pero me he quedado en casa para cuidar mejor a Salomón, a mi pedacito de cielo, siento un amor tan grande por mi hijo que estoy dispuesta a dar mi vida por él.

Caminé hacia donde estaba Salomón y lo saqué de su cuna, sonreí al ver esos ojos hermosos que me recuerdan a Angie.

Mi pequeño hombrecito, ¡Te amo tanto!

Le dije rozando mi nariz con su pequeñita nariz, lo coloque en la cama y saque de su armario su ropita que le pondría hoy, te iba ganas de vestirlo de conejito así que lo hice, se veía ¡Tan guapo! Que me daban ganas de comérmelo a besos. Estaba pensativa su ir o no a la estética hoy, pero a la final decidí ir, me levanté de