Mi dulce omega

Adara

La señorita Amelia acomoda la bandeja mientras las sirvientas le pasan la comida preparada, observo con curiosidad la cocina, miro por las ventanas que la oscuridad ha gobernado fuera de la casa y eso solo me hace sentir más sueño. Con una sonrisa me mira la señorita Amelia mientras pone en mis manos la bandeja asegurándose de que mi postura sea la correcta.

— Recuerda no hablar hasta que él te lo permita, dejar todo acomodado y esperar paciente hasta que termine de comer, entendido —. Alza su ceja esperando mi respuesta.

— Entendido —. Sonríe, me da paso y comienzo a caminar fuera de la cocina.

Mi mente se pierde mientra

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