Otto Meyer

_ Jefe - se asoma uno por la puerta - La misma mujer de ayer lo busca

¿Que hace aquí? ¿Ahora qué quiere? Le di lo que pidió y no necesito nada de ella.

_ Dile que pase - acepto sin ganas pues lo único que me puede calmar yace en mi cuarto y aún tengo muchas cosas que hacer para ir hacia allí.

Me siento de nuevo poniendo el bastón en su lugar arreglando el desastre que tengo en el escritorio. La tonta aparece por la gran puerta observando el lugar , se maravilla con lo que ve y eso me indica lo que haría para tener una parte de lo que poseo , es atractiva , cabello negro siempre en una coleta , cuerpo estilizado lleno de curvas , piernas torneadas y pechos exuberantes , sería un buen polvo para pasar un rato.

_ Señor Meyer - saluda quedándose de pie mientras yo sigo estudiando cada una de las partes de su cuerpo lo cual parece que no le molesta , al contrario es como si le gustara que la viera como la veo. - Un gusto estar en su presencia de nuevo

Con una mano le indico que