Dante

Despierto con su cuerpo pegado al mío, sus piernas están entre las mías. A pesar del frío matutino la calidez que desprende su cuerpo lo compensa.

Su desnudez me pone duro de inmediato, está sobre mi pecho abrazando mi abdomen, su melena dorada está sobre su espalda y no me quiero mover ni un centímetro, su aroma es delicioso. Poso una mano sobre su abdomen sintiendolos por un instante antes de quitarla cuando ella se mueve. Pienso que está despierta pero queda descartado con su respiración pausada y relajada. La hago a un lado con cuidado para ir a darme una ducha, ella pidió que así se hiciera y no pretendo romper el acuerdo.

Haremos como que no volvió a suceder

No sé porque pensarlo hoy me genera molestias

Me baño rápidamente ignorando la dureza de mi miembro. Las marcas de sus uñas son visibles por todo mi abdomen y espalda, las noto al verme el espejo, los recuerdos de sus gemidos y sus labios llegan a mi mente pero los hago a un lado para no ir y romper el maldito acuerdo