Daisie pateó un mueble que contenía muchos objetos frágiles. La vajilla y los artículos caros se hicieron pedazos.

Sandy tembló de ira al ver sus preciosas colecciones tratadas de esa manera: “¿¡A-Acaso estás loca!?”.

"Si quiere saber si los Goldmann están locos, basta con mirar lo que le pasó a la familia Reese".

Daisie tomó la tetera de jade de la mesa. “Desde hace mucho tiempo no es más que una monstruosidad. No entiendo por qué una anciana como usted causa problemas en lugar de limitarse a disfrutar de lo que queda de su vida. ¿Acaso quiere que todo el mundo sepa que la hija ilegítima de la realeza está utilizando a su hijo para ascender socialmente?".

Sus palabras se clavaron directamente en el corazón de Sandy. Daisie se burló de Sandy, pero ella no fue capaz de tomar represalias.

"¿No cree que soy fácil de manipular? Le mostraré lo salvaje que puedo ser". Daisie aflojó su agarre, y la costosa tetera de jade cayó al suelo y se partió en dos.

Sandy se agarró el pecho y empe