Olivia.

Le doy una sonrisa dulce y amable a este joven tan guapo y le doy una mirada coqueta.

-¿y usted quien es?

-soy solo un hombre que sabe admirar las cosas hermosas y entre todas estas personas la tuya destaca, soy Víctor.

Siento como las mejillas se me ruborisan por las palabras de este hombre pero por alguna razón mi loba se siente amenazada

-mucho gusto soy Olivia.

Víctor toma mi mano y me da un casto beso en los nudillos qué produce un escalofrío qué recorre todo mi cuerpo.

-el gusto es mio señorita. ¿y que ase una dama de su belleza en un lugar tan inmundo como este?

-vime a distraer la mente con un amigo.

-en ese caso la dejaré para no distraer su apreciada atención de su amigo.

-por favor quédese su compañía es muy agradable.

-si así lo desea su reina me quedaré además no todos los días conoces a un ángel bajado del cielo.

Le doy una dulce sonrisa a Víctor por sus palabras y lo miro directamente a los ojos pero creo que estoy perdiendo la cabeza por que me percató de que