-No te tenemos miedo no eres más que un maldito demonio podremos acabar contigo en menos de diez minutos-. Dice una de ellas, sonrió. -Solo sabes pelear de esta manera no eres más que una cobarde-. Hago un movimiento así haciendo que las enredaderas desaparezcan.

-Veamos qué es lo que tienen par de lobitas lame botas-. Las dos se transforman en lobas una camina hacia mi izquierda y la otra a la derecha. -Adelante-. Una se abalanza contra mí, espero a que llegue y de una patada la mando a uno de los árboles haciendo que chille, la otra hace lo mismo, desplegó mis alas y quedó atrás de ella así dándole una pata que la hace chocar con la otra que se iba levantar.

No voy a tener piedad de ninguna de ellas. -No eres más que una maldita demonio, enfrentarte a mi-. La miro, mis ojos están negros totalmente.

-Dije que los platillos principales los dejaré para después-.

En eso mis sentidos se ponen en alerta las dos me van atacar a traición desaparezco de donde estoy, aparezco detrás de ellas