Alex se despertó como cualquier otro día pero con una mirada feliz y se dirigió a la cocina para ver a Lupe.

—Por lo visto usted dejo sus problemas aún lado y siguió mi consejo–Le dijo Lupe.

A lo que el respondió—Asi es pero¿como lo sabes?

—Por que trae una sonrisa de oreja a oreja algo que no puede ser ocultado a alguien como a mí–Le dijo apagando la estufa y girandosé para poder hablar mejor.

—Espero no arrepentirme por seguir tu consejo pero que debo de hacer para que ella sea Feliz? Te lo pregunto a ti por qué se que tú eres buena dando consejos y por qué eres mujer.

Lupe sonrió y recordó la vez que se enamoró de alguien muy diferente a su estatus, al final terminó sufriendo, pero no podía ocultar que todo lo que pasó con el amor de su vida fue maravilloso, suspiro profundamente —Señor dele regalos que demuestren su afecto por ella, por ejemplo, el collar que usted le diseño una semana antes de su boda.

—¿Cómo sabés eso? O acabo de