By Any
Me fascina incomodar a Agustín, aunque más que incomodar, me encanta seducirlo.
No me di cuenta que Carlos me estaba mirando cuando le guiñé un ojo a Agustín.
-¿Esa loca te enseña a manejarme así con los hombres? Le guiñaste un ojo como ella me lo guiñó a mí.
Me dice Carlos de repente.
-Esa loca se llama Ludmila, y estoy segura que cuando te guiñó un ojo, a vos se te cayeron las medias, por no decir otra cosa, y sí, aprendo de Ludmila y de Ivana, que encima son dos diosas y los hombres mueren por ellas.
-Contestás como ella, pero sos una criatura, sos menor de edad.
¿Qué le pasa a éste?
¿Por qué todo el mundo resalta que soy menor de edad?
¡Estoy por cumplir 18 años!
-Por llamarla loca a cada rato, repetís lo mismo que ella, y yo, dentro de poco, cumplo 18 años.
Lo dejé sin palabras.
Agustín se estaba riendo pero me acerqué a él y se puso serió.
No sé porqué conmigo tiene esa actitud tan diferente a la que tiene con los demás.
-Vamos a mi oficina, me explicás lo que quieren tus tíos y después te llevo a tu casa.
-Puedo irme sola.
-Ni loco te vas sola y menos así vestida.
-Pareces un novio celoso.
Dijo Carlos, entrando a otra oficina.
Yo estaba nerviosa, no lo puedo negar.
Lo primero que hice, fue avisarle a Ivana que recién llegaba.
Siento que Agustín me mira como cuándo estábamos en el pelotero.
No sabía que iba a pasar, pero un beso, hoy, me pensaba llevar y no quería que nos interrumpan.
Le di, muy seriecita, los documentos y le conté lo que mis tíos querían hacer.
Mientras pensaba cómo iniciar mi conquista.
-¿Querés tomar algo? No tengo gaseosa.
-¿Por qué me tratás como si fuera una nena?
-No te lo tomes tan a pecho, sos una nena y no tengo gaseosa.
-Si soy una nena…
Le digo con voz seductora, mientras me siento.
-Any, no empieces otra vez.
-Yo tomo café, cerveza, fernet y hasta tequila.
-¿En donde tomás todo eso?
-En las discotecas, cuando voy a bailar ¿También soy chica para ir a bailar?
-¿Así vestida vas a bailar?
Está obsesionado con mi ropa, con cómo me visto.
-¿Así? No, los top son más transparentes y las polleras más cortas.
Se qué más corta una pollera es imposible, pero me encanta provocarlo.
-No, no...podés ir vestida como decís.
-¿Por qué no?
Le pregunto mientras lo miro a los ojos.
-Te pueden hacer algo.
Lo dice serio, ¿De verdad me cree una nena tonta?
-Agustín, ya soy adulta, me hacén lo que yo quiero que me hagan...todavía soy virgen y ya me molesta eso, debo ser la única en la facultad que lo soy.
-No digas tonterías.
-Es verdad y no voy a llegar a los 18 siendo virgen.
-Any, no digas eso.
Lo dijo de mala manera y en voz alta.
Él no quiere hacer nada conmigo porque soy menor, entonces lo voy a hacer sufrir.
-Es lo que voy a hacer.
Se para y se me acerca, yo estaba sentada en un sillón que tiene en su oficina.
La oficina es amplia, tiene dos sillones, aunque no son tan grandes como los de un living, pero son cómodos.
Hay dos bibliotecas y una puerta no tan ancha como la de entrada a su oficina, por lo que supongo que debe ser un baño.
Todo se ve bastante lujoso, creo que más lujosa que la oficina de mi tío y mucho más que las oficinas de Ivana y Ludmila, aunque las de ellas no son tan formales, es eso, sí, las oficinas de las chicas son totalmente informales.
Es que Ludmila tiene un poster de Gustavo Cerati, aunque está enmarcado, pero eso le resta formalidad.
En la oficina de Ivana hay fotos de Catalina por todos lados.
Pensaba todo esto mientras noto que esta vez se acerca él.
Se pone en cuclillas, para estar a mi altura.
-Any, linda, no te podés acostar con cualquiera.
-¿Vos no te acostás con cualquiera?
Estoy enojada, quiero estar con él, que me haga el amor y él no niega que se va por ahí.
-Yo soy hombre.
-Y yo, aunque me veas como una nena, soy una mujer.
-Es distinto, por favor no lo hagas.
-¿Por qué?
Me mira a los ojos, sé que está batallando entre tomarme en sus brazos o hacer lo correcto.
Me mira la boca pero no se mueve.
Hice un movimiento con los brazos para atrás y su mirada fue directamente a mi pecho.
Está cerca el beso, pienso.
-¿No...tenés corpiño?
Me descolocó su pregunta.
Él se paró y se alejó.
¿De qué tiene miedo?
M****a, me muero por sus besos.
Me paré yo también y me acerqué a él.
-Sí, tengo, pero es finito, de encaje rojo, ¿Lo querés ver? Así me crees.
-Ni se te ocurra mostrarme nada.
Es cortante pero creo que sí lo quiere ver.
-En las reuniones con los chicos, sos el más divertido.
-Somos adultos, es distinto.
Él se había apoyado en su escritorio, había un escritorio y un tablero de dibujo.
-Ya te dije, mañana o pasado, en cuanto encuentre a alguien, dejo de ser virgen, así me ves como una mujer, al menos vas a ser gracioso conmigo también.
-Basta Any, no sigas con eso.
-Es que quiero ser mujer, quiero sentir...lo que me hiciste sentir el otro día.
Le dije en voz baja, cerca de su oído.
-Pendeja, ya basta y no te quiero cerca.
Sé que me lo dice de mala manera, y eso lo hace para que me ofenda y me alejé, ya que me había acercado tanto, que podía sentir su aliento.
-No es gracioso que me trates tan mal y voy a hacerlo con algún compañero de la secundaria, sé que si llamo a alguno, me va a dar bolilla.
-Any, no se te ocurra.
Otra vez me acerqué tanto que nuestros cuerpos se rozaban.
-Any, basta, deja de jugar.
-No juego, llevame a mi casa, por favor, cuando nos veamos la próxima vez, vas a tener a una mujer delante tuyo.
-¡No!
Me dice con voz firme.
Me hace girar y caigo sobre él.
Agus está conteniendo la respiración.
Me abraza, por fin, y comienza a besarme como un loco, yo siento ese poder que ejerce sobre mí, sobre mi piel y mi cuerpo, se me apura la sangre, me pegué más a él y siento su miembro muy caliente, a mí también me arden las entrañas, le paso mis brazos por su cuello, él profundiza el beso y una mano la mete por debajo de mi camisita, primero me toca por arriba del corpiño, mis pezones están duros, duros como su pene, se me escapa un incontrolable gemido cuando corre el corpiño dejando una teta al aire, corre mi camisa y lleva su boca a mi pecho y con una mano entretiene a mi otra teta, luego cambia a mi otra teta.
Estoy temblando, nadie me había besado el pecho, aunque un par de novios que tuve, pretendieron hacerlo, pero no se lo permití.
Yo bajo una mano y le toco su miembro por encima de los pantalones, Agustín pega un salto suelta como un ronquido o gemido.
Por debajo de mi minifalda, mete su otra mano y como la otra vez, no sé en qué momento lo hace, pero siento sus dedos, tocando mi monte de venus, yo estoy mojada, muchísimo, él mueve sus dedos y fricciona ese lugar, es demasiado placentero lo que estoy sintiendo y me invade de repente un fuego intenso, no puedo acallar mis gemidos, estoy agitada, me mata el deseo, me muevo junto con su mano y estoy desesperada, busco su boca y lo beso como nunca besé a nadie, siento una explosión por dentro que jamás sentí.
Algo muy fuerte, un deseo muy profundo y no puedo manejar mi estremecimiento, no soy dueña de mi cuerpo ni de lo que siento.
Me sigue besando, quiero más, más de lo mismo, más de lo que sentí, pero lo quiero sentir con su pene, quiero que me penetre.
-Haceme tuya.
Le digo, le pido, creo que se lo imploro.
El comienza a desabrocharse los pantalones, sin dejar de besarme.
Los gemidos de ambos no cesaban y yo ni siquiera entiendo por qué no me puedo controlar.
Golpean la puerta.
¡Mierda!
Yo doy un salto y me acomodo rápido la ropa, no sé si Agustín se abrochó los pantalones, pero rápidamente se sentó detrás de su escritorio, los golpes volvieron a sonar.
-Pase.
Dijo con voz grave.
Era el socio, el que se peleó con Ludmila.
Nos mira a los dos, yo estoy ruborizada, en cambio, Agustín está muy serio.
Puede disimular mucho más que yo.
By Any-Quería decirte que salió el contrato del edificio de villa del Parque.-¡Buenísimo! ¡Nos vamos para arriba!-¡Parate para darme un abrazo, hermano!-Después… te saludo.Fue cuando Carlos nos miró con una sonrisa.-No sabía que había interrumpido algo.-No interrumpiste nada, idiota.Le contestó.Sé que cuando Carlos le dio la espalda a Agustín, para mirarme a mí, él aprovechó para abrocharse los pantalones.Entonces se acercó a su socio y le saltó por la espalda.-¡Un apapacho para que no se ponga celoso mi amigo!-Este sí es mi muchachote.Dice con una sonrisa Carlos.-Pensé que te habías contagiado de tu loca y amargada amiga.-¿Lo ves? Ludmila tiene razón, en realidad no la tiene, porque te insultó poco, sos mucho más imbécil de lo que ella pensó, hablás de una dama que no está presente.-¿Con esa boca que no larga más que insultos, estas segura que esa mujer es una dama?Me fui encima del tipo para darle una cachetada, pero Agustín logró agarrarme, alzándome por detrás y m
By AgustínHay algo tan potente en ella, que me estoy obsesionando, son muchas las noches que me encuentro pensando en Any y cuando lo hago, mi miembro crece sin que pueda controlar nada.Soy divertido, fiestero y no aparento mi edad, pero de repente me siento viejo para estar con ella.Hasta me siento un pervertido cuando pienso en su edad, porque cuando pienso en su cuerpo…Se bajó bastante enojada de mi auto, si supiera el esfuerzo que hago para no tomarla en mis brazos, tal vez me entendería.Muero por hacerla desvariar.Es tan apasionada que me enciende como una mecha prendida enciende a la pólvora. Me quedé un rato en mi auto, quería acomodar mis ideas, pero mi mente no regía mi cuerpo.Cuando me tranquilicé un poco, arranqué.Lo llamé a Carlos, para ir a cenar y festejar el contrato.Nos encontramos en un restaurante donde vamos a veces.Es un lugar tranquilo.-Amigo, no puedo creer que nos salió el contrato.Los dos estábamos incrédulos y felices.No estamos mal económicament
By Agustín.El proyecto para edificar la casa de los chicos lo iba a llevar a cabo yo, pero con mi socio siempre estábamos al tanto de la actividad del otro, si alguno de los dos tomaba trabajo en forma individual.En este caso los planos y mi trabajo yo no se los iba a cobrar a mis amigos, pero como Carlos estaba al tanto y solo íbamos a hablar de algunas ideas, quedé en ir un rato antes de la reunión que íbamos a tener con todo el grupo de amigos y por primera vez, mi socio, me acompañó a una de nuestras reuniones.Carlos, con mis amigos se conocían, hemos compartido salidas y hasta a algunas mujeres.Eso, las chicas no lo sabían.Lo conozco muy bien y sé que Carlos me acompañó porque quería volver a ver a Ludmila, le pegó fuerte.Por el físico y la personalidad de Ludmila, él entró por un caño, lo conozco bien.Hace un montón de tiempo que le vengo diciendo que me acompañe y siempre ponía alguna excusa, que son mis amigos de la infancia, o cualquier otra excusa, claro que en un
By AgustínAparecen Ivana y Any.-Perdón chicos, tuve un problema que arreglar.-¿Y Cata?Le pregunto para cambiar de tema.-Fue con Willy, espero que no la pierda.Ivana miró a Ludmila que comienza a reírse con ganas.-¿Me perdieron a mí?Pregunta, ofendida, Any.-No, a vos, no.Queda ahí, porque se nota que no querían que ni Any supiera de qué se reían.-Ludmi, serviles cerveza a los chicos.-Agustín sabe donde está la cocina y la heladera.-Sos insoportable.Dice Carlos.-Vos sos un estupido.-No podés ser tan mal educada.-No podés ser tan idiota.-Sos una sacada.-Sos un imbécil.-Después me dicen que yo soy infantil ¿Puedo tomar cerveza?-Un poco.-¿Nunca se emborracharon?Pregunta de repente, Any.-Noo.Dicen mis dos amigas, demasiado fuerte y juntas, como para creer que sea verdad.Any no deja de mirarme y yo escapo a su mirada, luego de bufar, le habla a su tía.-Estoy aburrida, dejame ir a bailar.-No.-¿Me llevás a bailar Agus?-No, tu tía no te deja.-¿Siempre hacés lo que
By AnyApenas entré, ya se me caían las lágrimas.Cierro la puerta y pongo música, bastante alta, no quiero que me escuchen llorar.Pongo la canción de La Berizo, que le dedicó a su mamá que se murió y le doy repit,mamá estaría en casa conmigo y papi también estaría, pero por comodidad, me deja con la tía, así él puede salir.Casi ni hablamos con Lito, porque apenas lo veo.Cada cual hace lo que se le ocurre, pasan días que no veo a mi papá y tampoco a mi hermano, te extraño mucho mami.Me siento infeliz.La tía está enojada conmigo, Willy, mi tío, también, te haría feliz ver a la tía casada con Willy.Finalmente se reencontraron y se aman.Te extraño mami.Muchas veces me encuentro hablando con mi mamá, parece que hablo sola, pero hablo con ella, sé que me escucha.No puedo ni dormir.Quisiera irme a casa, pero la tía no va a querer que me vaya, por la hora.Mañana temprano me voy y no vuelvo más a éstas reuniones.Estoy demás.Me lo demostraron ésta noche, sobre todo Agustín.By Ag
By AnyMi tía me dijo que iba a pasar Agustín, estaba tan dolida, que no quería verlo.Me ignoró y miró a la amiga de Ezequiel.Tenía ganas de agarrarla de los pelos cada vez que le sonreía.A lo mejor tenía razón Ivana, cuando se enojaba con Willy y lo trataba con indiferencia o lo hacía poner celoso, por lo poco que pude notar, Agustín es sumamente celoso, creo que más que Willy con Ivana, y eso es mucho decir, porque si Ivana es celosa, mi tío es enfermo.Pero en realidad, ni tengo ganas de ponerlo celoso, porque tengo bastante bronca, mejor decido después sobre ese tema. Ludmila me había pedido que controle a dos costureras, que pensaba que estaban tomando partes de las prendas, que todos los días guardaban algunas partes y terminan robando prendas enteras.-Para eso estoy.Le dije, y fui a vigilarlas.Me llevé un libro e hice de cuenta que estoy estudiando, mientras dejé que mi celular grave una parte donde la cámara de vigilancia no llegaba.A las dos horas, ya supe cómo lo ha
By AgustínEstábamos en la oficina de las chicas, no quise preguntar por Any, tenía miedo que mi voz me traicione y no lograr cierta indiferencia.No sé qué me sucede, ella es la adolescente y el que se está portando como tal, soy yo.Soy un hombre, nada tímido, tengo una larga, larguísima, fila de mujeres en mi haber.Sin embargo, esa ansiedad que siento cuando posiblemente la vea, porque nunca es seguro, ese palpitar acelerado de mi tonto corazón, es terrible, me faltan las mariposas en el estómago, de la que hablan siempre las mujeres…Creo que es demasiado lo que siento, teniendo en cuenta que es solo una calentura, pero no debe ser más que eso.Recuerdo sus labios, sus temblores, como se vino con mis caricias y mis besos, mejor no recuerdo demasiado y me concentro en la reunión.De a ratos mi mente divagaba pensando en Any, dios, la tengo que sacar de mi mente. Estábamos en mitad de la presentación, Carlos y Ludmila no dejaban de agredirse con las palabras y de comerse con la mi
By AgustínLudmila nos sirve otro café y se sentó en la silla contraria a Carlos, pero se observan todo el tiempo.Seguimos charlando un rato y con mi socio, terminamos de explicarles mi idea.-Estoy ilusionada ¿Quién me iba a decir que, después de casi 15 años de conocer a Willy, iba a terminar casada con él y tener una casa de ensueños.-¿Hace 15 años que se conocen?Carlos está asombrado, es que Ivana y Willy comenzaron su historia desde que eran adolescentes.-No, deben ser 13 o 14…Aclara Ludmila.Cuenta otra vez, para Carlos, la anécdota del pollo podrido.De todas formas, cada vez que la cuenta, nos reímos muchísimo.-Cuantos códigos que teníamos...-¿Códigos?-Sí y los seguimos teniendo, podemos tener conversaciones dentro de una conversación con otra persona y nadie se entera.-¿Hacen eso?-Todo el tiempo.-¿Willy se entera?-A ésta altura sí, me conoce demasiado.-¿De cuánto estás Ivana?Le pregunta Carlos.-De 32 semanas, falta poco.-Esta beba no se salva de tener como mad