Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que estaba en una habitación oscura, había un constante pitido que era tan molesto que quería que se callara.

Miré brevemente alrededor y noté que estaba en una habitación de hospital. Jackson estaba sentado en la silla junto a mí, mirando al vacío. Estaba hecho un desastre en la vida real también; sin afeitarse, con la ropa arrugada y sucia. Así que lentamente levanté mi mano y la puse sobre la suya que descansaba al lado de mi cama.

Eso lo sacó de su aturdimiento y me miró con shock, sorpresa y felicidad. Se levantó de la silla inmediatamente, se inclinó sobre mí y me besó.

"Pensé que te iba a perder." Dijo débilmente, besándome otra vez.

"¿Qué pasó?" Pregunté.

"Te apuñalaron en Morda." Aclaró.

Entonces los recuerdos empezaron a inundar mi mente.

"El soldado. Tú lo mataste." Dije recordando lo que pasó.

Toqué mi estómago, en el lugar donde me habían apuñalado, pero no sentí nada. De hecho, no había dolor ni nada. Me levanté la camisa para