Durante todo el día estuvimos preparando de nuevo el equipamiento, las armas, las raciones y el plan que íbamos a seguir. Como más anochecía se veía como el clima iba cambiando antes de llegar la hora, el General apareció con cuatro soldados detrás de él, uno de ellos el Cabo Joshep Grant, y nos informó que esos cuatro soldados nos acompañarían en la misión. Después se marchó dejándonos con ellos.
- Bien, cada uno elegirá al grupo que quiera ir y nos lo informará para explicar lo que haremos - dije mirándolos. Luego nos marchamos para volver a hablar sobre la estrategia que íbamos a seguir vinieron y nos informaron como se dividirían, me sacó una gran sonrisa porque Joshep se unirá a mi grupo.
Cuando los soldados enemigos dejaron su puesto pusimos el plan en marcha.El grupo 4 se acercaba al almacén veloz y sigilosamente por el lado contrario de donde se habían ido los guardias, como si la gravedad no les afectará y ayudados por sus camaradas se impulsaron hasta la ventana que estaba en lo más alto del almacén y entraron sin ningún problema. Al entrar, vieron que no había nadie y al instante cada uno agarró una bomba y las colocaron en las esquinas del almacén como dentro de la comida para que no quedará nada servible. Mientras colocaban las bombas el equipo 3 se dirigió hacia los coches sin que los enemigos lo visualizaran. Se dispersaron en dos grupos para piratear los dos coches después de unos segundos ya tenían a su disposición a los coches y cada integrante del grupo 3 se subieron para esperar a los demás pero nad
Al anochecer, el ambiente de la ciudad cambio radicalmente. Ya no se podía ver a nadie, se había convertido en una ciudad fantasma, eso nos beneficiaba así que comenzamos a descender hasta unas casas abandonadas fuera del centro de la ciudad correspondiendo a los barrios bajos. Ya allí, nos colamos sin ninguna dificultad por una de las ventanas rotas de atrás y sigilosamente registramos todo el habitáculo por si alguna persona, dada la casualidad, había decidido pasar la noche en esa casa, y para nuestra felicidad no había nadie o al menos la mía porque ya no tenía las fuerzas para andar más. Después de realizar la misión, andar todas esas horas para llegar a la ciudad y estar pensando en mis sentimientos me merecía descansar.Me dispuse a colocar una manta en el suelo para tumbarme y
Empezó a anochecer así que decidimos que ya era hora de volver a la casa abandonada y descansar. Durante el camino todo fue tranquilo, se veía como la gente se estaba preparando para ir a casa. Ivanrok abrió la puerta y entró seguidamente yo le seguí y cuando entre cerré la puerta pero al instante que la puerta hizo su sonido tan característico "click" al cerrarse tres hombres aparecieron y empezaron a atacarnos. Uno de ellos me golpeo en la cara quitándome el pañuelo pero no me caí en vez de eso cogí el cuchillo de mi bota y lo empuñe hacia mis enemigos, eran buenos ninguno de mis ataques le llegaba, cuando miré a un lado de la habitación vi que a Ivanrok también le estaba pasando lo mismo pero peor debido a que peleaba con dos. Pero ese momento de distracción no paso desapercibido por mi enemigo que me atacó quit
Le seguimos sin decir nada. Al otro lado de la puerta daba a un pasillo largo y bien iluminado con diversas puertas que supuse que servían para interrogar a las persona y al final del pasillo había unas escaleras que subían. Llegamos y empezamos a subir, al final de la escalera había una trampilla que mi padre abrió y al salir nos encontrábamos en un salón gigante que en su tiempo podría haber sido lugar de innumerables fiestas pero que ahora se había convertido en una base de operaciones: las paredes estaban marcadas o pintadas con mapas, estrategias, cronogramas; había diversas mesas con material de audio, vídeo, planos y escrituras de la ciudad; armas, etc. pero lo más sorprendente era el hecho que había una gran cantidad de gente que había. Pensaba que solo eran ellos cuatro pero la verdad era otra, no solo había militares sino ciu
Mientras tanto en la cocinaIvanrok se sentó donde unos minutos antes estaba Rose, él notaba como que si intentará salir de la cocina su padre se lo impediría así que decidió esperar.El padre de Rose ya se había dado cuenta hace unas semanas atrás como miraba a su hija y solo con ver lo que casi pasa no tuvo ninguna duda. Cerró la puerta y se adentro hasta la cocina para prepararse ese café que tanto necesitaba y más si tenía por delante una charla con su futuro yerno. Ya teniendo en mano la taza se sentó en el otro lado de la mesa enfrente de Ivanrok. Mientras se estaba preparando el café, Ivanrok no realizó ningún movimiento de fuga solo le estaba observando esperando a que él tirará ficha para hablar
Un sonido fuerte me asusto permitiéndome volver a mis cinco sentidos. Ivanrok había dejado la sartén en el desagüe con los platos del otro día, de allí el sonido que hizo. ¡Mierda! Me he quedado embobada con esa imagen tan sexy. Todo eso por culpa de la camiseta. ¡Estúpida camiseta!.Solo espero que no me haya visto eso seria una vergüenza.Ivanrok se giro con los platos en mano dejándolos uno al lado del otro y luego sentándose a mi lado izquierdo. Cuando mire mi plato me sorprendí, no había esperado que cocinara también y mucho menos que tuviera tan buena pinta aunque fuera poca cosa. El desayuno consistía en dos huevos con banco y dos tostadas a la francesa con un vaso de leche.Ivanrok ya estaba comiendo así que sin mas también empece a comer; estaba tan delicioso que empece a sonreír provoc&aac
A lo lejosDetrás de una roca miraron como los soldados del lado derecho se marchaban hacia el sonido de las bombas y disparos sin quedar nadie patrullando por ese lado. Cuando no había nadie su misión empezó y rápidamente se acercaron hasta la valla que cortaron con unos tenazas e hicieron un gran hueco para poder pasar ya dentro se dirigieron a la puerta de salida del edificio. Llegaron a la puerta de salida y Mateo se sorprendió.- ¡¿Un código?!, ¡¿La información obtenida no nos decía nada sobre un código?!-- ¡Tranquilízate Mateo!- miró atrás- Fer, puedes abrir la puerta-- Si, seño
- Me escucháis, Over. - volvió a repetir Mateo solo escuchando como respuesta el ruido blanco que salia del walkie. Pasaron los minutos y seguían sin responder. Tanto Mateo como los otros tres compañeros estaban angustiados porque no sabían si les había pasado algo porque en caso que les hubiera ocurrido algo recaía en su responsabilidad el de decidir si continuar con la misión es decir desactivar la bomba de forma manual o retirarse y eso era una gran responsabilidad que no sabía si estaría preparado para llevarla a cabo. Se apoyo en la mesa que había en frente suya con el walkie en su mano derecha y bajo su cabeza pensando en los pros y contras de cada decisión hasta que el sonido del walkie cambio.- Mateo. Over - Al escuchar la voz, levantó la vista al techo y dejo salir un suspiro. -¿Me