Entramos al salón agarrados de la mano, ambos teníamos una sonrisa inmensa, mirándonos enamorados, Marcus levantaba mi mano y la acercaba a sus labios para besarla.
Podía sentir las miradas de esas mujeres que me envidiaban, por tenerlo a mi lado. La atención que me daba era digna de una reina de una diosa y eso me sentía, Marcus me estaba idolatrando y yo me dejaba consentir por él, por el hombre que amo.
“Marcus, hijo que gusto verte” dijo un señor de edad avanzada, que se acercó y extendió su mano para saludar a Marcus.
“Sr Méndez que gusto saludarle, no esperaba verlo por aquí” dijo Marcus un poco desconcertado por la presencia esa persona.
“Hijo, sabes que no me gusta mucho venir a estas reuniones, pero mi hija quiso asistir, ya sabes cómo es ella y me pareció una buena oportunida
Cuando estaba mirando hacia mi alrededor vi como una mujer de cabello oscuro y con un vestido bastante vulgar, que tenía un corte demasiado alto que no dejaba absolutamente nada a la imaginación, pero tengo que admitirlo se veía bastante sexy, porque al caminar con una copa en la mano, las miradas de los hombres se enfocaban en ella. Se acerco a Carlo y ambos me miraron, pero después pude ver como sonreían de una manera que no me gusto para nada, sobre todo de ella, porque algo le dijo Carlo que su rostro cambio y comenzó a caminar hacia mí. “Y se puede saber, quien eres tú, no te he visto en este tipo de reuniones y conozco a la mayoría?” me dijo con voz bastante altanera. “Si se nota que eres bastaste conocida por aquí” le dije sonriendo de manera sarcástica, si pensaba que me iba a intimidar estaba muy equivocada. “No eres tan tonta como pareces, me llamo Melina Méndez” “Dile tu nombre a alguien que le interesé
Cuando llegamos al penhouse Marcus coloco sobre mis hombros su saco, para cubrirme la noche estaba un poco fresca, me miro y sabia que no estaba bien, lo veía preocupado y la verdad no em sentía con ganas de nada, pero sabia que tarde o temprano debería tener esta conversación con el y que mejor que sea en este momento en el que estamos vulnerables. Marcus abrió la puerta y entre despacio me dirigí a su cuarto y al entrar solo camine unos pasos a su cama y lo mire, “Podías prestarme una de tus camisas para estar más cómoda” el dije un poco seria. “Si mi amor, por supuesto” dijo y entro a su closet, tardo tan solo unos minutos y al regresar tenia en sus manos una camisa de su piyama, la cual era una de mis favoritas. Se sentó en la cama cerca de mí y tomo mi mano, ni siquiera podía mirarlo, me levanté y me dirigí al baño para retirarme el vestido. Tarde unos minutos y al salir Marcus estaba sentado en la cama solo
“Dany dime que es lo que quieres hermosa?” me pregunto y me puse roja de vergüenza, baje un poco al mirada pero respire profundo y le dije lo que estaba deseando. “Quiero tenerte en mi boca” el dije con voz baja. El sonrío y se acerco a mi extendiendo su mano y me ayudo a levantarme, él se sentó en la orilla de la cama. “Ven ponte de rodillas frente a mí, te diré como “me dijo y yo hice lo que me pidió. El tomo su miembro en sus manos y comenzó a moverlo de arriba hacia abajo, mirándome con lujuria, “Ahora acércate hermosa abre tu boca y comienza a succionarlo como si fuera un helado o tu paleta favorita” me dijo sonriendo y no pude dejar escapar una sonrisa, por su comentario. Me acerque él y lo introduje en mi boca, tratando de cubrir lo más posible, pero él era enorme, comencé a succionarlo y Marcus soltó un gemido fuerte, “Por dios Dany, eso se siente delicioso, no pares mi vida”.
Me desperté sintiéndome amada, en los brazos del amor de mi vida, esto parecía un sueño, cuando giré mi cabeza lo vi, estaba aun dormido pero se veía guapísimo, con su cabello hecho un desastre, desnudo al igual que yo. Intente moverme un poco pero solo eso basto, para que me abrazara de mi cintura con más fuerza, presionándome a su cuerpo, aun no habría los ojos, pero me encanto saber que a pesar de aun estaba dormido, no quiere separarse de mí. Levante mi mano y acaricie un su mejilla y fue cuando escuche esa voz que me estremece, “Que haces levantada tan temprano, hermosa, descansa” dijo Marcus entre dormido y despierto. “Amor pero si ya es tarde, no se cuánto tiempo dormimos pero jamás me había sentido de esta manera” el dijo sonriéndole. Marcus se acerco a mi cuello y solo se colocó ahí, besándome y diciéndome al oído cuanto me ama. “No me importa la hora que sea, quiero estar así contigo, todo el tiempo que
Ha pasado una semana desde que me enviaron esa caja con lencería, Marcus a estado algo distante, no me ha visitado y cuando le llamo por teléfono me evita diciendo que está ocupado, odio verlo así, sé que está molesto, pero a veces quisiera que hablara conmigo y que no se guardara las cosas, pero a quien engaño eso no pasara.Estoy cerrando la puerta de mi departamento, cuando me encuentro con mi vecino Renato, “Buongiorno, bellissima,” (Buenos días hermosa), me dijo sonriéndome.“Buenos días, Renato” le dije un poco desconcertada.“Pasa algo te veo diferente, acaso problemas en el paraíso con el novio?” me pregunto y me pareció de mal gusto que me preguntara eso.“No todo está muy bien, porque lo preguntas?” le dije mirándole.“No lo he visto
FLASHBACK 3 AÑOS ATRÁSEstaba sentada en la cafetería de la preparatoria cuando el chico más popular se acercó a mí con una rosa ne la mano, estaba rodeada de mis amigas y no supe cómo reaccionar esto era nuevo para mí.Mi amigas se levantaron de la mesa y se fueron dejándome sola con él, quien estaba frente a mí de rodillas, Sebastián Ferreira, el sueño hecho realidad de cualquier chica de 17 años, alto casi 1.85cm cabello café color avellana y unos ojos grises hermosos, capitán del equipo de futbol americano y con un cuerpo para matar a cualquiera.Tenia una fama de ser un playboy y de andar detrás de todas las chicas, Oliver es amigo de él, uno de sus mejores amigos, siempre me decía lo interesado que estaba Sebastián en mí
Tengo toda la semana evadiendo a Dany, pero es que no puedo evitarlo estoy que me lleva la chingada, necesito calmarme primero y averiguar quién es el responsable de ese regalo que recibió. ¡Me hierve la sangre de pensar que alguien le ha regalado lencería, y no cualquier tipo sino la más sexy posible, diablos! Incluyo yo se la daría para disfrutarla con ella, pero me revienta el ver que incluso la talla era exacta, como es esto posible. Eso quiere decir que alguien la conoce a ese nivel y pensar eso, me vuelve loco de celos, hoy quise calmarme un poco e ir a verla, porque la extraño y me encuentro con su vecino el idiota del italiano ese. Tuvimos un encuentro, la verdad me quede con ganar de partirle la cara, pero Dany estaba presente y no quería alterarla, pero ella reaccionó y lo que me dijo era cierto, ella tenía razón en estar enojada conmigo. Se fue y ni oportunidad me dio de hablar con ella, pero debo hacerlo, Agus
Cuando llegue a ellos, empuje con fuerza a este imbécil y le di un golpe en el rostro, “Que no la escuchaste, no la toques imbécil” dijo Marcus con furia y me puso detrás de él para protegerme.“Daniella le puedes decir que se largue o que acaso este es tu nueva conquista, tan rápido te olvidaste de mí, mi amor” dijo Sebastián con una sonrisa cínica mientras se limpiaba la sangre que salía de la esquina de sus labios, resultado del golpe que le dio Marcus.“Este como tú dices es su novio y te va a partir la madre por haberla tocado, tú quien demonios eres” le pregunto Marcus y en ese momento mi cuerpo se tensó, tenía miedo de que Sebastián le confesara quien era, sabía que debí habérselo dicho hace mucho tiempo.“Daniella acaso no le has contado de