Al fin su peor pesadilla se había ido podía respirar tan tita paz, aunque sea, aunque no fuera por mucho tiempo. Sin embargo, yo había llegado a mi hotel todo era muy bello había un piano enorme en mi habitación lo cual me senté para tocarlo quería relajarme un poco no le diría de mi sueño a nadie, ya que de seguro no me lo creerán empecé a tocar me sabía una melodía la cual me puse a cantarla esa melodía la cual cantaría en mi concierto.

“Déjame preguntarte después te puedes ir qué piensas de lo nuestro

¡Si ya te puedes ir! Déjame preguntarte tan solo una vez mas no puedo ser tu amigo

Después de tanto amar yo buscare tu nombre en el adiós y en cada atardecer

Cuando se apaga el sol y en cada amanecer al despertar sin mi

¡Yo sé que lloraras yo sé que lloraras! Déjame preguntarte si un día quieres volver

Mi puerta estará abierta y mis brazos también… En cada atardecer al despertar sin mi

Yo sé que lloraras yo sé que lloraras”

Termine de tocar el piano cerrando la tapa de golpe cerrando