—Eso me suena a qué estás celosa y por lo tanto lo veo muy egoísta, seguramente hasta estás saliendo con Ethan, pero también estás aquí celosa por mi matrimonio. —Resopla su nariz molesto.—Entonces los dos seremos unos egoístas, porque por lo visto, estás celoso de mí y de Ethan. —Se cruza de brazos.—Tal vez. —Encoge sus hombros—. Pero te apuesto a que él no te lo hará mejor que yo.—¿Solo piensas en eso? ¿Cómo si fuera una competencia entre ustedes dos? Le acabas de ser infiel a tu novia, ¿por qué no compites con eso? ¿Desde cuándo eres así? ¿Alguna vez lo hiciste conmigo? —Las gotas de lluvia comienzan a caer sobre ellos.—¿Qué? No Holly, es primera vez que hago esto, no soy de engañar a mi pareja —se defiende.—¿Ah no? ¿Entonces qué fue eso? Tuvimos sexo en el baño y salimos como si nada, yo no sabía que estabas comprometido y tampoco estabas ebrio para haberte equivocado —le reclama.—Ya te explique, no era momento… —Suspira—. Yo aún te amo, siempre serás mi primer amor, solo qu
—No traje más paraguas, pero si quieres la acompañó con el mío mientras usted atiende al señor Genovese —dice dando media sonrisa.—Muchas gracias Godfrey, por favor no la vayas a dejar sola hasta que llegue el taxi, espero volver lo antes posible —le asegura.—No será necesario el apuro, ve tranquilo. —Holly estaba bien, bueno, no tan bien.—Está bien. —Besa su frente y se va una vez más agradecido por Godfrey.—¿Nos vamos? —le pregunta Godfrey a Holly.—Si. —Él se acerca permitiendo que esté debajo del paraguas.—Pensé que estaría en la reunión —saca un tema de conversación.—¿Paola si habló con el señor Genovese? —Ella lo mira confundida.—Así es y me parece que llegaron a un acuerdo —supone Godfrey.—¿No lo sabes? —Él niega con la cabeza—. Creí que… —la interrumpe.—¿Que por ser de su confianza me dejaría entrar a la reunión? —Suelta una pequeña risa y Holly se siente en ridículo.—Lo siento —dice apenada.—No tienes porque. —Le sonríe para aliviarla—. Pensé que estarías ahí, te b
—Estas en los correcto, así como también te equivocas, yo no quiero comprar su empresa, con saber su localización y de que sepas que ella esta viva, me basta, solo invité todo esto para que tuviesen su encuentro —responde tomando un sorbo de su wisky.—Has humillado a su socia al hacerla venir para no recibir una compra —dice molesta.—Hay muchos socios en esta fiesta, por más que haga una oferta, nadie querrá invertir en esa editorial que está por los suelos —se burla el señor Genovese—, además, no me importa que otro la compré si encontrará a otro, solo me importa la localización de Holly y en este momento alguien la seguirá a su casa para esperar mi orden cuando te portes mal. —Menea su trago.—Te prohíbo que le toques un pelo. —Lo señala en forma de amenaza y el señor Genovese se burla de él.—Papi. —Julia abre las puertas—. Esta lloviendo, creí que dejé bastante claro que esté día debía ser especial, la lluvia solo refleja tristeza.—No puedo comprar el clima cariño —se excusa su
—Pero estoy contigo —dice con ligera impresión en sus palabras.—No estoy diciendo que me dejes, pero si quieres hacerlo, estará bien, solo digo que si tanto te preocupa si has malcriado a Ally solo para que olvide a su padre verdadero, entonces busca a Ascher y compartan la custodia o no, no lo sé, como quieran. —Se levanta y vuelve al baño—. Tienes 40 grados.—¿Compartirla? Puede quitarme a Ally por habérsela ocultado. —Tiene miedo.—¿Hablamos del mismo Ascher? Porque estoy seguro que él jamás te haría eso. —Se ríe desde el baño.—¿Pero por qué permitir que él venga a alborotar el panal? Ya estás tú como el puesto de padre. —Lo mira cuando sale del baño.—Porque Ally realmente sabe que no soy su padre, fuera diferente si esa idea se lo hubiésemos dicho desde bebé, además, a pesar de que ahora seremos una familia, no siente que tenga la autorización de ser un padre para ella. —Le da una pastilla a Holly.—¿Eso te dijo? —Se pone cabizbaja, no quería que Trevor se sintiera excluido o a
Ascher ese día no le comentó nada, no quería que Julia le pasara algo, pero si tuvieron una discusión por otro asunto y Ascher explotó por ira acumulada, esa noche casi se separan. Él quería hasta drogarse para olvidarse del infierno en el que estaba.Pero decidió hundirse en alcohol y molestar a Charlie, él había pensado que ella podría ser su amante, porque prefirió tener otros tipos de adicciones que las drogas. Primero le pidió que buscará alguna prostituta que mantuviera la boca cerrada, Charlie con imprudencia preguntó el para que y él le explicó sin problemas, era casi su mejor amiga, podía confiar en ella con los ojos cerrados.Charlie en vez de llevarle una puta al bar donde se encontraba Ascher, simplemente se lo llevó a su apartamento, por lo que hablaron y bebieron, pasaron el rato y fue ahí cuando Charlie se ofreció.Ascher quería, pero sabía que no era buena idea, pues reconoce que ella está enamorada de él, por otro lado, Charlie creyó que si se ofrecía a ser su amante,
—¡Charlie! —regaña Ascher.—Somos la única y mejor editorial de Malta, porque esté ahora en estas situaciones, no significa que siempre esté vacío, es dependiendo de los días —explica la señora.—Mientras esperamos, ¿podría contarnos cómo pasó de ser un éxito a un desierto…. Abigail? —pregunta Ascher siendo afable.—La señora Sanderson ha tenido una enfermedad muy grave, tomando el dinero de la empresa con que se pagaba autores, editores y mucho personal, La señorita Wayne no protestó ya que es un amor de persona y siempre creyó que la salud era primero, pero gracias a esa operación, ya no hubo dinero para invertir en remodelación o mantenimiento, pocos se quedaron por serle fiel a tantos años de trabajo —cuenta con una voz lamentosa.—¿Así como usted? —indaga Ascher y Abigail asintió.—Sin embargo, nuestro sueldo nunca bajó, pues Holly repuso el dinero para pagarla a los empleados fijos, impuestos, autores y editores, sin embargo, los autores y editores siempre cobraban más, pero al
—Él nos vio débil, pero nos quiere hacer más fuertes o al menos eso vi en sus ojos. —Llegan a la oficina y encuentran a Ascher de espaldas viendo por el ventanal la ciudad.—Abigail, nunca he visto al señor Genovese, pero estoy segura de que no es él —le susurra.—¿Cómo que no? ¿Él no fue quién hizo negocios con la señora Sanderson? —Holly toma su brazo y salen de la oficina.—No —responde.—Pensé que usted estaba cuando la señora Sanderson firmó —dice pensativa.—Me fui antes de que comenzara la reunión —contesta avergonzada.—Socio o no, él quiere ayudar. —Empuja a Holly nuevamente a su oficina.—Ascher… —Lo reconocería así aunque estuviese de espaldas.—¿Así que aquí es donde te has escondido durante todos estos años? Nunca se me hubiese pasado por la cabeza, bien jugado. —Se voltea con una sonrisa.—¿Qué haces aquí? Dijiste que no tenías nada que ver con la compra, ¿acaso el señor Genovese te envió como persona de confianza? —Se cruza de brazos.—Tal vez deberías estar feliz que s
—De acuerdo, perfecto, solo hablaremos de negocios, ¿Cuánto recibes por un beso tuyo? —Él no se iba a rendir tan fácil.—Tengo pareja. —Rueda sus ojos.—Eso no puedo dártelo, te quiero solo para mí. —Se muerde el labio inferior ligeramente.—¿Quieres tener a tu futuro esposa y a mí? —Se ofende—Yo… —Lo deja sin palabras.—Eso creí. —Suspira—. ¿Por cuánto tiempo piensas quedarte? ¿Ya tienes donde dormir? —Se escucha muy interesada.—No lo sé, ¿tienes planeado hospedarme en tu hogar o quieres saber dónde estaré para que me visites? —dice juguetón.—Solo pregunto para saber por cuánto tiempo te quedarás. —Se da la vuelta.—¿Y acaso importa dónde dormiré? —Se regresa el escritorio de Holly.—Pues si te quedas en un hotel, puedo suponer que no te quedarás por mucho tiempo o si compras… —Se interrumpe a sí misma para no darle una idea.—Tengo pensado comprar algo aquí, quién sabe, tal vez ser vecinos… —comenta gracioso.—¡Ascher! —La hace molestar.—Tranquila, no arruinaré tu mundo mejorado