—Está bien, no lo arruinaré, igual como dijiste que tú serás el primero en saber que te divorciaras, por lo tanto no me podré insinuar si no sé primero que tú —dice divertida.

—Me aseguraré de que te enteres cuando yo quiera. —Le guiña el ojo—. ¿Me coronaras? —pregunta por lo del collar.

—Si te agachad un poco, puede que sí. —Se separa y se coloca detrás de él.

—Alguien que le busque unas escaleras a la reina por favor —dijo muy cómico.

—Ja ja, que divertido, ¿te agacharas o no? —dice detrás de él.

—Que tal si… —Se voltea quedando cara a cara, sujeta su cintura y la alza—. Te subes en mi. —Ella enrolla sus piernas en la cintura de Ascher y él la sostiene con ambas manos para que no se caiga.

—Es más cómodo. —Menea un poco sus caderas incitándole y luego le pone el collar.

—Si ti eres el yin, ¿por qué lo tengo yo? ¿No deberías tenerlo tu como un símbolo que te represente? —pregunta confundido.

—Lo tendrás tu para que me recuerdes en todo momento, una parte de mi está junto a ti, además