—Esta podría contar. —Se muerde el labio con una sonrisa.

—Tengo pareja, no creo que pueda haber una segunda. —Lamenta Holly y el chico se ríe.

—Lo siento mucho, seguro debiste confundir las cosas. —Ríe el chico y ella lo ve extraño—. No hablaba de tener una cita contigo, sino con la chica rubia, por la forma en que la cuidabas o son hermanas o son muy amiga, estaba a punto de pedirte que me consiguieras una cita con ella.

—Oh perdón. —Se siente avergonzada.

—No tienes porqué, yo no lo aclaré. —Suena incómodo.

—¿Por qué no se lo pides tu? —Ladea su cabeza.

—A ti te hará más caso que a mí. —Se ríe de sí mismo.

—Se escucha a qué tienes problemas de autoestima. —Holly lo mira arqueando una ceja.

—No es eso, es que no creo que acepte salir conmigo como recompensa por lo que pasó y que se lo pida, sonaría muy feo, entonces sería genial que se lo sugieras como cosa tuya —dijo el chico.

—Bien. —Le sonríe—. Lamento haber creído que hablabas de mí.

—Todo está bien, puedo comprender, eres hermo