Capítulo 5

Tengo el cuerpo entumecido, estoy mareada y un poco fatigada, trato de abrir los ojos, pero tengo los parpado demasiado pesado, no me puedo mover, pero que cojones…

¡Dios mío! … ¡dios mío! El cuerpo empieza a convulsionar y no lo puedo controlar tengo miedo, no veo nada, pero se perfectamente cómo me puedo ver, lo siento, siento como está mi cuerpo.

 Conozco mi cuerpo mejor que nadie, tengo una soga en mi cuello que hace presión lentamente, estoy amarrada de los pies y las manos y si intento zafarme probablemente me ahorque, saben con quién están tratando, y lo impulsiva que puedo llegar a ser.

Escucho susurro y me quedo inmóvil, tratando de escuchar lo mínimo. Para poder ubicarme y buscar una solución a este problema.

-Está bien- habla uno de mis secuestradores.

-Solo mantenla así por dos días, si el acuerdo se lleva a cabo, sin contratiempo suéltala y si le provoca mátenla.

-Si señor – esta vez habla una mujer

Trago grueso, esa debe ser mi vigilante.

Siento un suave lloriqueo a mi lado. Que me asusta ¡Oh m****a! No estoy sola.

La puerta se cierra suavemente, y sé que estoy o estamos sola aquí en este momento.

-¿Quién eres? - preguntó en voz baja. Para que solo esa persona me pueda escuchar.

-Valentina- susurra una voz muy conocida para mí, ¿pero que hace ella aquí?

-¿Laura? - pregunto incrédula. Pero que m****a está pasando aquí.

-¿Tú también estas aquí? - que pregunta tan estúpida.

-Me invitaron y no pude negarme- respondí con sarcasmo.

-Valentina – llora de nuevo, y yo me molesto más, que hago aquí y precisamente con Laura y para mi malestar esta idiota está llorando como si eso solucionara esta porquería.

-Deja de llorar- la reprendo.

Estoy demasiado molesta conmigo misma, que está pasando, porque nos trajeron para acá, si esto es una broma de Eros de encerrarnos juntas es una broma de muy mal gusto.

-Ten… tengo miedo- balbucea.

No todos somos iguales yo también tengo miedo, pero ella no sabe cómo controlarse.

-Todo va estar bien.

Trato de darles ánimos, en esto momentos no estamos para ser enemigas. Nos necesitamos para poder sobrevivir aquí.

-Nos van a matar Valentina- susurra entre llanto.

-Cállate…

-Los escuche, después que mi padre renuncie y el tuyo… al tuyo- vuelve a llorar.

Como renunciar tu padre, si ya va a entregar la presidencia y ¿Que con el mío?

-al tuyo lo van hacer ceder, lo van hacer abandonar la presidencia, todo está a favor de tu padre, pero…

-¿Pero qué?

-Pero lo tienen amenazado contigo, y después que todo pase pasado mañana nos van matar a las dos…

-Cálmate Laura vamos a salir de aquí- lo vamos a lograr.

-Eros – balbucea- Eros te quiere solo a ti, lo que paso aquella noche fue producto de lo ebrio que estaba y…

Laura por favor cállate de una puta vez o juro quien te va a matar soy yo.

-Eros te quiere- repite

-Lo sé, lo sé, los sé. Pero cierra tu boca. - no quiero escuchar eso en este momento ya bastante tengo con todo esto para sumar un problema más.

Los sollozos de Laura me enloquecen no me dejan pensar, yo no me puedo mover, no me puedo alterar… la puerta se abre lentamente, mis fosas nasales se inundan de un perfume muy conocido, trago grueso y me concentro en ese olor nadie dice nada, las puertas se vuelven a cerrar.

No sé cuánto tiempo ha pasado, pero debe ser mucho tiempo porque tengo mi cuerpo dormido y con muchos calambres.

-Laura- llamo varias veces - ¡Laura!

-Valentina- la voz la tiene ronca.

-Estabas dormida, como coño puedes dormir en una situación como esta.

-No sé, el agua que me dieron quizás, el agua me la dieron antes que tu llegara tenía mucha sed y hambre, lo siento.

-No tomes, ni comas nada.

-No soy tan fuerte como tú- se queja.

-Escúchame Laura, yo también estoy cagada, tengo miedo, pero no hacemos nada lloriqueando, nos podemos unir en esto y quizás nos maten como tú dices, pero moriremos junta o salimos juntas de esta m****a y después seguiremos matándonos cuando estemos a fuera ¿entendido?

-¿Entendido Laura? - vuelvo a preguntar.

-Entendido Valentina- su voz está quebrada por el llanto. Realmente no me gusta esta situación y menos que ella este tan perdida.

-¿Cuánto tiempo llevas aquí?

-Dos días, me secuestraron de una fiesta. Papá me dijo que me quedara en casa y no le hice caso, me repitió muchas veces que no saliera esa noche.

-No hubiera servido de una m****a, yo estaba en la casa. He igual me secuestraron.

-¿Cómo pudieron acceder a mi casa sin ser visto?, ¿Cómo entraron y salieron? ¿Nadie se dio cuenta?  ¿Son tantas preguntas sin respuesta… ¿quién de confianza nos traiciono? ¿realmente vi a mi padre o fue producto de mi imaginación? Y si no lo imagine. Creo que me volveré loca aquí.

Las puertas se abren y ese olor, vuelve a llamar mi atención.

-Quiero que les den un mensaje a sus padres- ordena alguien.

La voz es medio robótica quizá estén utilizando un artefacto para distorsionar las voces. Me quitan la venda de la cara y veo todo borroso espero unos segundos para que mis ojos se adapte. Visualizo a tres personas, todas vestida de negro.

-Vivir o morir, dos días para tu decisión.

-Que mensaje tan ridículo- lo desafío – creí que era el típico me dan un millón de dólares y la dejamos en libertad. - me mofo de ellos.

Estoy loca sí, pero ese olor lo necesito más cerca, es muy familiar para mí.

Y como era lo que estaba buscando la bofetada me rompe el labio y escucho el chillido de Laura…

-Yo lo digo- propone ella- por favor- suplica.

No supliques- le ordeno, una parte es por rebeldía, otra porque necesito cerca de mí al secuestrador.

-Muy valiente – me hala por el cabello y me aprieta las mejillas- no juegues conmigo Valentina.

Observo a Laura y quedo paralizada, tiene el vestido desgarrado, la cara totalmente moreteada, los ojos rojos y anegado de lágrimas, las rodillas están raspadas y su cabello totalmente echo un desastre…

Me colocan al lado de ella, y ponen en mi regazo un periódico, ella habla pausado, y da el mensaje.

 Salen los tres de la habitación y nos ponen una mordaza a cada una y nos dejan los ojos descubierto y con las luces encendida.

No siento mi cuerpo, las manos me duelen, las piernas las tengo dormida, la columna me grita que necesito mejorar mi postura, el cuello me pica y me arde, tengo ganas de llorar por la impotencia.

 Veo a Laura como respira pausadamente y me pregunto qué le habrán hecho estos animales…

Es mi enemiga, porque al igual que yo estamos obsesionada por un hombre. Un hombre que seguramente en esto momento debe estar cargando su arma y buscándonos hasta por debajo de las piedras…

Observo el lugar y quisiera decir que estoy en un agujero, o una pocilga de mala muerte, pero no es así, es una habitación muy espaciosa, muy iluminada, no sé si es de día o de noche. La cama es inmensa quisiera poder poner mi culo ahí.

Laura despierta y me mira con vergüenza, luego observo como se hace pipi…

No puedo evitar reírme y ella se encoje de hombros avergonzada, yo la imito es que no soportaba las ganas de mear y como ella dio el primer paso, hago lo mismo, me observa sorprendida y la hago reír.

Ahora estamos adolorida y de paso nos hemos meado encima. Y para terminar nuestros males la puerta se abre el hombre gigante me da otra bofetada y me arrastra al baño. Me quita la ropa y me mete a la regadera para quitarme toda la suciedad, agarra mi cuello y lo aprisiona con la pared, para ser sincera no tengo fuerza para luchar con él, dejo que me pase la esponja raposa con jabón y que me bañe con agua helada, luego me da para que me coloque un pantalón deportivo y una franela a juego para gozo de él no me seco y para completar porque no le veo otro nombre me golpea fuerte el estómago y me deja tirada en el piso como si fuera un animal. Me toma de los pelos y me arrastra a la silla en donde me encontraba, esta todo limpio. Escucho como hacen chillar a Laura y sé que le está haciendo daño como este me ha hecho daño a mi…

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