Sus ojos me miraban con recelo anhelando la victoria pero eso aun no estaba decidido. ¿Que tendría que hacer? ¿Irme? No quiero separarme de Aiden el es todo lo que me queda, lo único por lo cual estoy aquí, si no fuera por el probablemente estaría muerta.
—fue suficiente Edward, tengo que llevar a Paula a casa —dijo Aiden entrando ala habitación.
Yo suspire mentalmente agradeciendo su presencia, pero las palabras de Edward no se van de mi mente, ¿Aiden nunca me amaria? No puedo creer tal cosa, se que Aiden me quiere pero ¿hasta cuando? ¿Y si Edward tiene razón? Quizás Aiden se aburra de mi con los días y ahí será la hora de irme.
—claro muchacho, te espero a que mañ
—Paula despierta, tenemos que irnos —Aiden me sacudió el hombro sacando de mi sueño. —¿que pasa? —pregunte confusa.—vienen a buscarte tenemos que irnos —Aiden preparo una pequeña maleta repleta de dinero junto con ropa de nosotros.Estaba en shock ¿Quien podría buscarme? Pensé que ahora todo estaría bien.—es Edward te quiere a ti —dice con las manos echa puño. —¿porque? —pregunto sin aliento. &mda
—dime algo —suplico Aiden.Una sonrisa amplia se apoderó de mi al igual que una felicidad sin igual.—tambien te amo Aiden —dije saltando a sus brazos.Nuestras risas eran música para mis oídos, Aiden me deposito un casto beso en los labios y acarició mi Mejía.—eres lo mejor que me pudo pasar Paula, no te dejaré nunca —afirmó con seguridad.Sonreí complacida y sus brazos me sujetaron de manera firme, tranquilizandome.—descansa —dijo dándome un beso en los labios.Y así lo hice, deje
—¿que piensas hacer Aiden? Tu sabes que matar a Edward no te conviene —Dylan me miraba como si estuviera loco. —eso ya no importa ahora, tengo que proteger a Paula ¿comprendes? Quiero que la cuides con tu vida, es una orden —Dylan me miro sorprendido mientras soltaba un suspiro. —como tu digas suerte —dijo al cabo de un rato.Paula se encontraba profundamente dormida, en el camino le di una bebida que la mantendría dormida las horas necesarias que yo necesitaba, sabía que ella no estaría tranquila hasta que no supiera de mi y la única solución fue tener que darle muchos tranquilizantes.—nos vem
—¡¿porque nunca me lo dijiste?! —dije enfadado. —era un secreto entre familias Aiden, tu más que nadie sabe como somos al respecto con los secretos —dijo en su defensa.Golpee la pared y maldije por lo bajo, ¿como podría decirle a Paula tal cosa?Pov Paula.Desperté en una habitación color blanca muy bien amueblada.—¿como llegue aquí? —pregunte confundida.Me levante de golpe al ver que no estaba Aiden a mi lado, abrí con sumo cuidado la habitación pero no se encontraba nadie, baj
Pensé en cada momento de mi vida, desde mis bochornos hasta mis alegrías y tristezas, en mis recuerdos de mi infancia donde sólo habían felicidad y risas pues los problemas no existían, si el mundo se torcía podía moldearlo a mi antojo pues las posibilidades eran infinitas pero ahora.... Me encontraba aquí en la habitación de huéspedes reflexionando sobre lo que a sido mi vida, Aiden me a hecho Feliz en poco tiempo... Quizás demasiado.Que gracioso, mi mayor miedo siempre fue arruinar mi vida... A cometer errores que no tuvieran solución o a no cumplir mis mayores sueños lo que yo mas quería en esta vida pero ahora estaba aquí en medio de un caos viendo como personas a mi alrededor sufrían por mi culpa y era algo que dolía demasiado más de lo que yo podría haber imagina
Dos hombres me ataron de pies y manos mientras yo luchaba y gritaba con todas mis fuerzas.—grita lo que quieras querida nadie te escuchará —Edward sonrió de forma siniestra mientras el miedo invadía mi ser de pies a cabeza.Taparon mi boca con cinta y resistí las ganas de llorar pues sentía como mi vista se tornaba borrosa, cerré los ojos mientras me armaba de valor para lo que me esperaba, solo deseaba que fuera rápido y que si planeaba matarme que es lo más seguro que fuera una muerte rápida y no dolorosa pero creo que era mucho pedir.—el amor no te sirve de nada, solo te arruina la vida —Edward me dedico una mirada de odio como si yo fuera causa de muchos problemas.
Pov Aiden.dolía, mirarla así dolía como nunca imagine, era un dolor que no tenía palabras, que no tenía comparación.Escuchaba sus llantos ahogados, observaba su mirada de desesperación y súplica y yo no podía hacer nada, ¡nada maldita sea! Eso me quemaba por dentro como fuego, no pude resistir más y solté una lágrima gracias ala impotencia y al dolor que sentía.—¡hago lo que quieras Edward pero sueltala! —grite con todas mis fuerzas.Veía como sus asquerosas tocaban su cuerpo, ¡ese cuerpo que me pertenece! Veía como olía su sedoso cabello y yo solo podía luchar contra las malditas cadenas viendo como ultrajaban lo m&aac
Tenía miedo, aunque Aiden tuviera a Edward atado en aquella silla aun sentía temor de lo que pudiera pasar.—Aiden no —susurre al ver como el se acercaba cada vez más a Edward con la navaja. —no estaremos tranquilos hasta que esté hijo de puta este muerto —dijo con los dientes apretados.Edward se mantenía callado como si no tuviera miedo a lo que le iba a pasar.—en serio crees que matarme no te traerá consecuencias, mis hombres te asesinaran —dijo Edward de manera segura.Aiden soltó una carcajada mientras de golpe clavo la navaja en su mano derecha haciendo que Edward soltará un grito desg