CAPÍTULO TREINTA Y OCHO

El lunes fui a trabajar con una gran sonrisa en mi rostro. Por primera vez en mucho tiempo, era gracias a Jason, y no podía esperar para verlo. Llegué tarde al trabajo, pero no me importó porque sé que Jason no se quejará por eso, o eso espero. No me estoy acostando con él, así que no me adelantaré.

Rápidamente entro al edificio y tomo el ascensor, apresurándome hacia la sala de descanso para preparar el café de Jason. Estoy tarareando —Mood— de Wizkid ft Buju para mí misma en la sala cuando los brazos de alguien rodean mi cintura. Estoy a punto de golpear a quien sea por tocarme sin mi permiso, pero me detengo cuando huelo su adictiva colonia. Jason nunca viene a la sala de descanso, así que era la última persona que esperaba.

—Buenos días—, dice, enterrando su nariz en mi nuca.

—Buenos días, Sr. Crawford—. Recibo una palmada en el trasero cuando las palabras salen de mi boca.

—Parece que te gusta que te dé nalgadas—, dice, girándome para quedar frente a él.

—Tal vez—, digo, sonriend
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