Ha pasado una semana desde mi cita de cine con Jason. Las cosas entre nosotros no van bien. Jason ha dejado de tocarme. Cada vez que intento besarlo o sentarme en su regazo en la oficina, me rechaza. Y no nos vimos este fin de semana que acaba de pasar. Cuando le pregunté por qué no me tocaba en la oficina, dijo que estaba siendo cuidadoso para que nadie nos viera. Jason dijo esto, no yo. No sé si hice algo mal para que actuara de esta manera. Vuelvo de mis pensamientos cuando escucho el timbre del ascensor. Jason debe estar aquí. Sorprendentemente hoy, llegué al trabajo antes que él por primera vez en mucho tiempo.

—Buenos días—, digo mientras pasa por mi escritorio. No me devuelve el saludo, pero responde asintiendo con la cabeza. Esto es lo que hace cada vez que le hablo estos días. O asiente con la cabeza o simplemente murmura. Planeo obligarlo a decirme qué está mal hoy.

Entro a su oficina después de tocar. Dejo su café en su escritorio y me acerco a él, que está de pie junto a l