CAPITULO VEINTISIETE

Me quedé paralizado de rodillas mientras observaba al señor Crawford sostener el cinturón en sus manos. No podía creer que esto me estuviera pasando a mí. Y hace sólo unos días estaba pensando que es todo ladrido y no muerde. Quizás el señor Crawford leyó mi mente ese día y finalmente decidió mostrarme lo que sucede cuando lo desobedezco.

----Creo que un cinturón es demasiado pronto. Solo usaré mi mano----, dice, lanzando el cinturón al otro lado de la habitación. No sé si debería estar feliz, tiró el cinturón pero dice que usará su mano. ----Acércate----, vuelve a decir. Me vuelvo hacia la puerta para intentar abrirla a la fuerza. ----Como dije antes, eso es inútil. Así que ven aquí----, dice, agarrando mi mano y llevándome a la cama.

Me hace arrodillarme frente a él mientras se sienta al borde de la cama. Me lleva a su lado y me lleva sobre su regazo. Siento que mi vestido se levanta cuando una brisa toca mi trasero. Las lágrimas comienzan a caer por mis mejillas cuando siento su ma
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