Amaneció, me desperté estirándome no estaba Matteo a mi lado, me llego su aroma del perfume y recordé que Él si tiene obligaciones en el colegio, me levanté muy despacio fui al baño con mi bastón, después me lave la boca, las manos y salí con rumbo a mi biblioteca al llegar busqué un libro sobre erotismo y encontré "El Marqués de Sade"

Lo leí hasta la mitad, estaba ya calentándome, imaginándome el paraje y las situaciones, dejé el libro en su sitio con un separador, para regresar después, mi ama de llaves, subía las escaleras con mi desayuno, paso al lado mío saludando y entro a mi habitación cuando salió me comento

—Buenos días le dejé su desayuno como le gusta, el señor Matteo dijo que en la tarde regresa trayendo lo del colegio, que no se preocupe, ah y me pidió de favor que le diga que revise su cajón de la cómoda, el izquierdo

Al escucharla me quede pensativo de que me dejo ese aviso, aprisa fui a revisar el cajón y lo que vi me hizo enojar y dije

—Matteo eres un... pervertido, e