Enese momento, en el salón de banquetes, Leonardo y su esposa charlaban, muy alegres con Diego.Hoy en día, Leonardo era el presidente del grupo y había tomado el control de varias industrias y subsidiarias importantes de la familia García. Además, como el primogénito en quien su padre había depositado grandes esperanzas, era probable que controlara todo el imperio García en el futuro.Por otro lado, Diego, como el hijo mayor de Julio, también sería el heredero del conglomerado KS en el futuro. Aunque Leonardo no veía con buenos ojos a la familia Pérez, con sus múltiples esposas y su actitud equitativa, aún estaba dispuesto a halagar a Diego.—Señor Diego, oí que KS tenía planes de expandirse en la ciudad de México. Últimamente han tomado grandes acciones y avanzando con gran rapidez—dijo Leonardo mostrando una sonrisa típica de una persona exitosa. —En aquel entonces, el Sr. Pérez y yo teníamos grandes vínculos comerciales. Nuestras familias eran amigas de toda la vida, nuestros padre
—Señor García, hay un terrible alboroto afuera. Se dice que la señorita Fátima, insultó a la señorita Inés Pérez, y eso enfureció a la señorita Clara. —El secretario tragó saliva con gran nerviosismo. —Vi la actitud de la señorita Clara, y si usted no interviene, será difícil manejar esta situación. Ella es una persona bastante problemática.Leonardo frunció el ceño y ajustó su corbata. —Entendido....Al comienzo, Clara quería tomar medidas radicales contra Fátima. Pero Inés estaba preocupada, de que esto se convirtiera en un problema mayor y llegara a oídos de sus padres, así que suplicó a su hermana que lo manejara discretamente.En ese momento, en el salón de banquetes, Fátima estaba allí de pie, llena de ansiedad y temor. Los dos imponentes guardaespaldas vestidos de negro detrás de ella ejercían una fuerte presión. Su anterior actitud arrogante y desafiante había desaparecido por completo.Clara se sentó muy despreocupada en el sofá, abrazando a Inés con suavidad y elegancia. Sus
Leonardo sonrió fríamente. —Solo tuve un encuentro casual con esta vulgar mujer, nos cruzamos por mera casualidad. ¿Por qué tendría alguna razón para defenderla? Y, señorita Clara, ¿qué razón tiene usted para ajustar cuentas conmigo?—Oh, ya veo—dijo Clara con una sonrisa maliciosa, pareciendo un astuto, pero a su vez hermoso zorro. "En ese caso y si las cosas son así, llevaré a la señorita Fátima a dar un paseo por el salón de banquetes más tarde, para que todos, especialmente la señorita Isidora, pueda conocer mejor a esta valiente y talentosa señorita Fátima.¡Fátima estaba a punto de llorar de miedo!Al escuchar esto, Leonardo palideció al instante y clavó una mirada maliciosa en Clara. —Señorita Clara ¿qué estás planeando hacer?—No estoy planeando hacer nada—respondió Clara apoyando su brazo en el reposabrazos del sofá, sosteniendo su mejilla con la mano y con una mirada penetrante—Como dice el refrán, ¡incluso cuando se golpea a un perro, se debe tener en cuenta al dueño! Solo q
¡Boom!La puerta se cerró de un golpe.Después de unos minutos, Leonardo y su secretario salieron. Se podía observar en sus ojos una mirada feroz, y su reloj de acero brillante en la muñeca derecha. Desde la habitación aún se escuchaban súplicas dolorosas.—Tú quédate aquí y encárgate de todo esto—dijo.—Como usted mande.—Clara... esta chica es realmente interesante—Leonardo dejó escapar una mirada siniestra mientras apretaba los dedos. —Hace mucho tiempo que no encuentro a alguien que se atreva a desafiarme cara a cara, y encima, ¡es una mujer! Hmm, si ella quiere jugar, entonces jugaré con ella, y lo haré muy bien, ¡se lo aseguro!*Toda la ira que Clara había acumulado, la había liberado con Diego, y lo había hecho con gran satisfacción. Sin embargo, Diego todavía se sentía algo incomoda.Clara, con su agudeza visual, se retiró primero, dejando a Aarón a solas con ella. Ambos se dirigieron al balcón al aire libre para tomar un poco de aire y calmar todo el enredo que ambos tenían e
Clara tarareaba una canción mientras caminaba sola hacia el salón de la celebración.Ella sabía que Fátima estaba totalmente acabada.Conocía a Leonardo lo suficiente como para saber que a los hombres les importaba su reputación. Hacer quedar mal al joven García le costaría muy caro a la vulgar Fátima.Atreverse a molestar a la hermana de Clara tenía un precio.—Clara—una voz seductora y profunda sonó detrás de ella.Su corazón se estremeció repentinamente, apretando los dedos.Bajo el cielo, no había otra voz que pudiera alterar la frecuencia de sus latidos, era la voz de Alejandro.Un hombre a quien había amado profundamente, y que también había sido cruel con ella.Clara inhaló con gran fuerza, controlando sus emociones, se sorprendió y volteo a mirar.Alejandro estaba solo a unos pasos de distancia, sostenía una elegante caja en sus manos, con una actitud majestuosa, avanzó hacia ella.—He venido— su voz y su mirada estaban llenas de ternura.Clara permaneció imperturbable.El homb
—Me diste una muenda, pero aun así te diré la verdad. Tu figura es realmente impresionante— la mirada de Alejandro se tornó profunda y sincera.—¡Cállate! ¡No digas ni una palabra más! — Las mejillas de Clara se volvieron enrojecieron como duraznos maduros, sus ojos destellaban de furia, —Aléjate de mí, ten cuidado porque si te veo de nuevo quizás te rompa esas patas para que no puedas ni siquiera arrástrate en tu próxima vida.—No me importa en absoluto, solo me interesas tú, Clara. Si no me dejas acercarme, prefiero morir— Alejandro se quedó inmóvil en su lugar, mirándola fijamente, y las respiraciones de ambos se entrelazaron en el aire.—¡Entonces vete al infierno! — Clara se dio la vuelta enojada y pisoteó el suelo con frustración. Entendió, que lo que había sucedido era un accidente y no culpaba a este desgraciado por ello. Sin embargo, no podía tolerar que aprovechara la situación para evaluar su figura. Empezaba a entender por qué él y Rodrigo eran buenos amigos; ambos eran igu
—Hermana— En ese momento, Alejandro se acercó, con un rostro apuesto, y comenzó a entablar conversación con Camila.Camila se quedó atónita de repente, examinando al apuesto hombre que tenía delante y sus pupilas se contrajeron.—¿Eres el presidente del grupo Hernández?—Camila, llámame, Alejandro, por favor— Alejandro extendió cortésmente su mano derecha hacia ella, con hermosos ojos almendrados que mostraban una cálida sonrisa.Alejandro parecía ser amable y sincero, no tan decisivo ni misterioso como se rumoraba.Por cortesía, Camila estaba a punto de estrecharle la mano, pero Clara la detuvo con una mirada furiosa y lo observó.—No intentes acercarte a mi hermana, ni pienses en impresionarla, Alejandro. Sé lo que estás planeando.Alejandro frunció el ceño y retiró su incómoda mano.—Clara, ¿qué pasa entre tú y Alejandro? — Camila estaba perpleja al ver la actitud brusca de Clara hacia él. Después de todo, no sabía que su hermana y este hombre habían estado casados durante tres años
¡El repentino regreso de Camila, fue una gran sorpresa para todos los miembros de la familia Pérez!Leticia, como madre biológica de Camila, era la más emocionalmente controlada y reservada entre las tres esposas. En varias décadas, muy pocas personas la habían visto derramar lágrimas. Cuando vio a su hija, aunque estaba sorprendida y emocionada, solo se le enrojecieron los ojos.Pero Luz y María, no pudieron contenerse y abrazaron a Camila, las tres mujeres llorando juntas.—¡Ya está bien! ¿No se han abrazado lo suficiente, chicas?Julio se colocó de pie a su lado, con un rostro apuesto lleno de arrugas. —¡Ahora me toca a mí!Luz y María, a regañadientes, soltaron a Camila.Julio, sin perder tiempo, se lanzó sobre Camila, la abrazó fuertemente y lloró más fuerte que todas ellas. —¡Hija! ¡Tu padre te ha extrañado mucho! Maldita sea, pensé que habías perdido la conciencia después de casarte y te olvidaste de tu padre. ¿Pensé que ni siquiera sabias cómo regresar a casa?Clara se sorprend